POL

El Imparcial - Cómo catar un vino sin tener ni idea

El Imparcial: cómo catar un vino sin tener ni idea

Por Eltomash, redacción 13:00

¿Estás harto de ver a tu cuñado criticar el vino que acabas de comprar en Mercadona? ¿Hasta las narices de los sabihondos que ven notas frutales y de toda clase de maderas en los caldos peleones del lidl? Adéntrate de la mano del cuñado supremo, Eltomash, a la aventura de ser más cuñado (aunque con criterio) que tu cuñado.

¿Por qué beber vino?

Por puro hedonismo. Es una bebida hecha perfectamente para el gaznate humano. Sí, amigo, aunque prefieres la cerveza o el güisqui, el vino es la bebida por excelencia de nuestra cultura y es importante que bebas (con moderación) y disfrutes del caldo de los dioses.

El vino es una bebida alcohólica provienente del zumo de la vid (qué sorpresa, ¿no?), por lo que está cargada de azúcares (mira el mosto). Este azúcar, por medio de levaduras, se transforma en alcohol parcialmente, quedando una bebida dulce y alocoholizada; porque es óptima para tus papilas gustativas. Aquí voy a decirte una verdad incómoda para muchos: el azúcar es más potente en tu centro del placer del cerebro que la cocaína. Unos investigadores americanos engancharon al agua con azúcar y al agua con cocaína a ratas de laboratorio y, tras largos periodos de abstinencia (ojo, que no hambre), prefierían el azúcar a la cocaína.

Si quieres beber vino debes activar tus tres sentidos más poderosos: vista, olfato y gusto.

Activa tu vista

No mires el color de la botella, no me seas idiota. Descorcha la botella con suavidad y extrae el corcho. Míralo y huélelo (vale, aquí me he colado porque te he dicho que uses la vista, no seas tan repipi). ¿Qué tal huele? Olores que tienen que hacerte huir: rancio, a corcho podrido, avinagrado. Olores que tienen que impresionarte: madera, vino intenso. ¿Tiene el corcho infiltraciones? Si todas estas minipruebas dan positivo estarás ante un vino interesante.

Vierte en una copa de vino (búscalo en internet, no uses copas de mier....) con un ángulo de 45º. El color muestra la edad del caldo. Un vino tinto, cuanto más rubí o cereza y brillante es el vino, más joven; si es más granate o teja tirando a anaranjado, suele ser un vino más envejecido con crianza. (Aclaro que estos colores los he sacado de internet, es terriblemente difícil para mí ver estas tonalidades). Cuando sea poco translúcido, diremos que es un vino de capa alta. Cuando podemos ver claramente a través del vino diremos que es de capa baja.

¿Cómo saber la graduación alcohólica? Agita la copa con movimientos circulares concéntricos, ¿cómo de denso es? Si es denso, más alcohol.

Activa tu olfato y percibe los aromas

Mete tu nariz a una distancia prudencial de la copa (no seas cenutrio). Enseguida verás un aroma primario que atacará tu pituitaria. Es un color muy vegetal, frutal, vas a sentir una hostia de uva. Tranquilo, es normal. Deja que tu pituitaria se acostumbre (dato curioso: la pituitaria es un órgano curioso, es capaz de acostumbrarse a un olor para percibir otros). Cuando los vapores del caldo se mezclan con el oxígeno (algunos taninos, pero por favor no digas taninos delante de tu cuñado) se oxidarán y dejarán paso a los aromas secundarios. Un vino joven dejará paso a algunos olores como: otras frutas rojas, maderas jóvenes (pinos y robles jóvenes), etc. Un vino viejo pasa directamente de los secundarios a los terciarios y son terriblemente complicados de descifrar porque son maderas vieja y la interacción aleatoria de muchos compuestos químicos envejecidos.

Normalmente, para disfrutar de aromas terciarios hay que elevar el importe de la botella a más de 50 euros, y como no es lo usual, podemos quedarnos en los secundarios y quedar como cuñados con criterios.

El sabor: por fin a lo importante

¡A beber! (Con moderación)

Un vino en tu boca ataca tu paladar y lengua. Te deja una traza de su cuerpo por tu boca. Hay cuatro sabores presentes en el vino (el picante no, obviamente): dulce, salado, amargo y ácido. El vino de calidad no te dejará discernir cuál de estos se impone sobre los otros; el vino malo sí. Si ocurre esto exclama delante de tu cuñado: ¡qué vino tan redondo! Tu pareja pensará que eres gilipollas, pero impresionarás a tu cuñado.

Presta atención a la textura cuando tragas. Es ¿rugoso? ¿aterciopelado? ¿suave? Llegados a este punto no sé cuál es mejor. Simplemente déjate llevar por tus propias experiencias y dime qué prefieres.

Tras tragar expira aire por la nariz. Si la sensación es persistente puedes decir que es un vino retronasal largo.

¡Disfruta del vino! ¡Disfruta de España!

Info Creado hace . Última publicación hace , versión: 5.
Pueden ver: todo el mundo (Internet).
Pueden editar: los ciudadanos: eltomash.