| #[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Don Florentino Diego Byzantium de Poniente y Bribón, el más joven hidalgo de la Casa, recibió por su colaboración en la jugada al Conde de Landsraad un premio que pronto comenzó a valorar. Recibió, de personas aparentemente desconocidas, grandes gangas para comprar muchos negocios en la gran ciudad "capital" del reino, la Ciudad de Pol. En cosa de meses se convirtió en el mercader más opulento de la ciudad, pese a no tener ni idea de negocios. Mucho de esto lo hicieron hombres de su nuevo patrón, el Alcalde de Durazno don Ernesto, familiar suyo.[/font][/size][/color]
[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Lo que Ernesto quería, Florentino bien lo sabía, pero hizo por ignorarlo mientras recibía sus generosas contribuciones. [/font][/size][/color]
[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Don Florentino pronto fue el candidato principal a reemplazar al anciano alcalde de Ciudad de Pol, y cuando tocó hacer campaña, pocos hombres de negocios levantaron la voz. Florentino ganó casi por unanimidad de entre los llamados a votar. Fue nombrado alcalde de Ciudad de Pol y su primer acto sorprendió a todos.[/font][/size][/color]
[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]La mañana siguiente a su nombramiento, todos los tablones de anuncios de Ciudad de Pol publicaban en exclusiva la siguiente orden, de la cual se enviaron copias a todos los nobles de Polesia.[/font][/size][/color]
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[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Por la presente, se nombra a esta ciudad gran refugio de Polesia. Se prohíbe, bajo pena de cuarenta años de prisión o la muerte, la persecución injustificada de trideidarios en el territorio de la Ciudad Libre de Pol. Todo trideidario que hable nuestra lengua, villano o no, tendrá derecho a ser refugiado en la ciudad, para lo que se habilitan edificios religiosos de cualquier clase, edificios públicos de cualquier tipo y casas particulares de voluntarios, que serán recompensados...[/font][/size][/color]
[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]El resto de la orden especificaba como se iba a realizar esta tarea.[/font][/size][/color][/quote]
[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Del mismo modo, Don Florentino de Byzantium envió la siguiente carta al anciano Diego de Poniente, que se encontraba sumamente enfermo.[/font][/size][/color]
[quote][color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Ten una copia de mi primera orden como alcalde. Confío la encontrarás muy adecuada. Tuve en mente tus enseñanzas al redactarla, del mismo modo que tuve en mente la naturaleza de nuestra Antigua y Muy Leal casa. Pero he aquí los hechos. Esta profunda invasión del orden legal no es posible sino protegida por un gran noble de nuestro Reino, lo cual en escaso estamos capacitados declarar. Es imperante que nuestra casa recupere su grandeza y tal cosa solo puede ocurrir volviendo a los orígenes, reclamando lo que es nuestro, empezando por Bajamar y alcanzando Bahía o algún otro ducado o gran nombramiento. Es imposible que tu debilidad, que en nada se debe a la enfermedad, nos lleve a tal poder. Es hora de reconocer al exiliado D. Ernesto, para que él ocupe la posición de altura que por sangre merece y por valía es oportuna que se le reconozca. Con ello y solo con ello nuestra casa recuperará su grandeza.[/font][/size][/color]
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[color=#333333][size=3][font="Open Sans", "Clear Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, "Segoe UI Emoji", sans-serif]Con ello, D. Florentino supo que su deuda con Ernesto estaba más que cumplida. Ejecutar la orden de acoger a los trideidarios le costaría gran esfuerzo y quizás la persecución por el Rey, pero era una buena decisión. El rey no tenía ni debía tener la capacidad de perseguir a una gran religión polesa, independientemente de cual fuera. A los extranjeros, claro. Pero perseguir a la gran religión trideidaria, tan importante en la historia del reino, no podía salir gratis. Y estaba convencido que otros pensarían como él.[/font][/size][/color] |