El gran palacio de justicia de Noïd recibió una fría mañana en el país vecino a nuestros protagonistas: D. Froilán, el general Khan y el pobre Enrique. La sala asignada era la más grande y elegante. Rey y Príncipe se sentaron en una especie de palco, donde otrora se sentaban grandes reyes: sobre el vulgo, pues por encima de ley están. Los jueces aun no habían hecho su aparición, como es natural, dadas las leyes Noïditas, pues antes debían reunirse con el Rey para jurarle imparcialidad y ausencia de conflicto de interés. Los que sí habían hecho su aparición son los tres investigados, su abogado syldavo y el gran fiscal de Noïd.
Antes de comenzar con el juicio, para el vulgo presente, pues es de sobra conocido que los abogados se lo conocen a la perfección, se dio a conocer el procedimiento criminal del país...
[b]Artículo I: De la lectura de cargos y la declaración de inocencia/culpabilidad [/b]
En el procedimiento de un juicio penal, primeramente se procederá a la lectura solemne de los cargos investigados a los acusados. Acto seguido, se le dará la oportunidad al acusado de declarar su inocencia o culpabilidad frente a tales acusaciones. Esta declaración se realizará en presencia del tribunal, quienes escucharán atentamente las palabras del investigado. De declararse culpables, recibirán clemencia.
[b]Artículo II: De los turnos de palabra [/b]
Una vez realizada la declaración del acusado, se abrirán los turnos de palabra. Un primer alegato será otorgado a la acusación, quienes tendrán la oportunidad de presentar sus argumentos y pruebas en contra del acusado. Seguidamente, se otorgará un alegatos a la defensa, quienes expondrán sus argumentos y presentarán las pruebas que sostengan la inocencia del acusado. Después la acusacion volverá a tener un turno final de palabra. La defensa tendrá el último turno de palabra.
[b]Artículo III: De los testigos [/b]
Durante el transcurso del juicio, se permitirá la comparecencia de testigos que puedan arrojar luz sobre los hechos objeto de la causa. Estos testigos serán interrogados por ambas partes, tanto la defensa como la acusación, con el fin de esclarecer los hechos y determinar la verdad de lo acontecido. En todo caso, los testigos serán exigidos durante los alegatos iniciales. Podrán interrogarles ambas partes.
OFF ROL: Aquí usaremos el chat.
[b]Artículo IV: Aceptabilidad de las pruebas [/b]
Las pruebas presentadas durante el juicio serán sometidas a un riguroso escrutinio por parte del tribunal, el cual determinará su aceptabilidad conforme a derecho. Solo aquellas pruebas que sean consideradas pertinentes y obtenidas de manera lícita serán admitidas como válidas para el esclarecimiento de la verdad.
[b]Artículo V: Veredicto y sentencia[/b]
Una vez concluidos todos los procedimientos del juicio, el tribunal deliberará en privado para emitir su veredicto. Dicho veredicto será de culpabilidad o no culpabilidad, definitiva y vinculante a la sentencia.
La sentencia será justa y equitativa, basada en las pruebas presentadas y en el debido proceso legal. Se hará saber al acusado y a las partes involucradas la decisión del tribunal acerca de la pena, la cual será definitiva y deberá ser acatada conforme a la ley.
Asimismo, el artículo del código penal de Noïd que se discute es:
[b]Artículo XX: Del magnicidio contra el Rey, su heredero, la Reina y los infantes[/b]
Cualquier individuo que, con premeditación y alevosía, cometa o intente cometer un magnicidio contra la persona del Rey, su heredero, la Reina o los infantes del reino, será considerado culpable de un delito de máxima gravedad contra la seguridad del Estado y la estabilidad de la Corona.
El magnicidio, entendido como el acto de atentar contra la vida del monarca, su sucesor legítimo, la consorte real o los descendientes directos del trono.
Por tanto, el individuo hallado culpable de magnicidio será sentenciado a la pena capital, ahorcado.
Se considerará también cómplice de magnicidio a cualquier persona que, de manera directa o indirecta, haya participado en la planificación, ejecución o encubrimiento del delito. A tales individuos se les aplicará igualmente la pena de muerte, como castigo por su complicidad en tan abominable crimen.
[quote]Declaración de Arturo "el loco" que da inicio al procedimiento contra D. Froilán, D. Enrique y el general Khan.
[i]Nota: esta declaración ha sido obtenida fruto de un acuerdo por la gracia de Su Majestad el Rey con el detenido. A cambio de su confesión recibirá la clemencia del Rey evitando el cargo por magnicidio y asumiendo su culpabilidad por sabotaje.[/i]
Dado en Noïd, el 2 de febrero del presente.
[i]Yo, Arturo Hambrán, también conocido por los cuerpos policiales como "el loco", quiero confesar el plan que urdieron los syldavos contra el príncipe heredero de la corona noïdita. Confieso ahora con el convencimiento de que las monedas que me pagaron cegaron mi mente por codicia, pero que el daño que le he hecho a mi país es tan irreparable que solo LA VERDAD puede aliviar el dolor que siente S.M.R.[/i]
[i]Nuestra banda de "forajidos", una veintena de hombres entre ladrones, violadores y bandidos, espera pacientemente los convoyes junto a las vías del tren para ganar algo de oro con el seguir de fiesta. Un buen día en vez de trenes de mercancías vimos un tren engalanado y elegante al que decidimos parar a la espera de obtener un buen botín. Resultó ser el tren de S.A.R. el príncipe Antuán.[/i]
[i]Cuando el tren se detuvo S.A.R. el príncipe Antuán me hizo subir a su vagón personal a tomar el té con pastas. Díganme ustedes, ¿así se trata a un bandido? Allí supe que las intenciones de la delegación syldava no eran las del elegante viaje diplomático que querían hacer aparentar a Noïd.[/i]
[i]Las propuestas que allí me hicieron son inenarrables. Son tan obscenas, tan frívolas y malévolas que tuve que salir de allí por piernas, como suele decirse. Esto ocasionó la furia del príncipe Antuán que mandó a sus soldados a atacarnos... Supongo que para evitar que nos fuésemos de la lengua.[/i]
[i]Nos superaban 5 a 1. Así que casi todos murieron: el johnny, el piernas, el drogata, el tuerto, y un largo etcétera de hombres muertos. Yo fui gravemente herido, pero conseguí esconderme tras una zarza. Allí aguardé a ver si los soldados se daban por vencidos para poder salir de mi escondite y poder recuperarme.[/i]
[i]No cesaron en su empeño y me acabaron encontrando. Yo esperaba que ese hombre que me encontró medio muerto me diese la última estocada, pero no. Este hombre, al que no he vuelto a ver y no sé si podría reconocer si volviese a ver, olía fuertemente a alcohol, pero no estaba borracho. Me ayudó a incorporarme y me preguntó su cumpliría con la misión que me habían encargado minutos antes dentro del tren. Que si no lo hacía me matarían y una vez llegados a Noïd harían lo propio con toda mi familia.[/i]
[i]Me dijeron que el hombre que me ayudó se llamaba Enrique. No me lo dijo él, me lo dijo una señora más tarde.[/i]
[i]Me subieron al tren y me curaron con unos remedios. Me dijeron que eran escasos y que habían salido de una caja de medicinas que tenían los soldados... Allí me vendaron y curaron lo suficiente como para que cuando llegase a Noïd pudiese cumplir mi misión. [/i]
[i]Una vez en la ciudad me dieron unas monedas de oro para que fuese a los bajos fondos a buscar unos extractos (me dijeron que de patatas verdes) que eran muy valiosos. ¿Cómo iba a ser yo que serían venenosos? Yo pensé que querrían esa mercancía porque en la cochambrosa syldavia no había... No negaré que tuve mis sospechas sobre aquella mercancía y no negaré que dubité en que fuese un veneno, pero de ¿patata? Me pareció ridículo que una patata fuese venenosa. Ojalá haber tenido ciertos estudios en ese momento, nunca hubiese puesto en peligro a la Familia Real.[/i]
[i]Dejé la caja con el extracto en el lugar que me indicaron, bajo un roble cerca del palacio real. Allí sería recogida más tarde.[/i]
[i]Antes de terminar mi declaración me gustaría aclarar que en ese vagón todos me vieron y sabían quien yo era. [/i]
- La declaración de Blanca Botero.
- La declaración de D. Froilán
- Cualquier cosa que hayáis roleado aquí: https://pol.virtualpol.com/foro/syldavia/%5Bevento%5D-la-llegada-de-la-comitiva-real-a-noid
Testigos que pueden ser llamados:
- Duque de Miramar
- Blanca Botero
- Los acusados
- Inés Botero
- Arturo "el loco" (no está acusado de magnicidio porque se chivó de Enrique, es juzgado por sabotaje en paralelo)
El príncipe no puede ser objeto de ser interrogado. Está por encima de las leyes según el código noïdita.
#Syldavia y sus autoridades fueron informadas de la situación y de la celebración de este juicio, y decidieron enviar al ilustre abogado don Bufonete, del Bufete Bufonete, quien tenía buena fama en el país y quien no acostumbraba a perder caso alguno.
Sus ayudantes colocaban ordenadamente sobre la mesa las distintas carpetitas y subcarpetitas con la información que habían podido recabar, que no era mucha, lo cual lejos de inquietar a don Bufonete, le encantaba, pues cuanto menos información, más lagunas, y cuantas más lagunas, más preguntas y más hilos para tirar y tirar, a fin de componer el tejido favorable a su causa.
#Señoría, dada la gravedad de los delitos que se enjuician y de la carga de prueba que recae en la declaración inculpatoria de D. Arturo Hambrán, conocido cómo "el Loco", solicito poder interrogarle en privado antes proseguir con el juicio y enmendar esta irregularidad en la instrucción de la investigación.
Evidentenente, don Arturo tiene derecho a tener un abogado presente.
#Los testigos serán interrogados conforme a las normas procesales, solicitados durante el primer alegato e interrogados por ambas partes tras el primer turno de alegatos.
Dada la irregularidad del caso se le otorgará un breve receso adicional (12h) para interrogar al testigo principal de la acusación. Tras ello, será llamado aquí (24h) para realizar el alegato inicial de la acusación.
#Froilan se levanto de su asiento como si alguien le hubiera pinchado con un clavo y grito "Señoría, quiero defenderme a mí mismo, tengo amplios conocimientos de derecho!"
#El funcionario designado por el Magistrado Bizan resultó ser el secretario de la sala, que recopiló todo aquello que le había requerido:
[size=4][b]Pruebas de la acusación:[/b][/size]
[b]Nº 1 - Botella encontrada en posesión de D. Froilán de Todos los Santos[/b]
Los cuerpos policiales han podido comprobar que la botella requisada a D. Froilán contenía alguna bebida alcohólica, tal como ron o ronmiel. No se ha detectado rastro de ningún tipo de veneno en la botella.
[b]Nº 2 - Monedas encontradas en posesión de D. Enrique el Minero [/b]
14 monedas de plata, en buen estado de conservación. Dos de ellas, de Noïd, con Su Majestad en el anverso. El reverso indica que son fueron acuñadas el año pasado. Las demás, syldavas. De nuevo, con Su Alteza Real el Príncipe en su anverso. En el reverso, de este año. Muy nuevas.
[b]Nº 3 - Linimentos y frascos varios en posesión del general Khan [/b]
Se le requisó al general Khan una serie de utensilios médicos que habían sido empleados de forma reciente. Los linimentos estaban formados por aceites, cal y restos de sangre sin identificar, como si hubiesen sido utilizados para limpiar una serie de heridas. En los frascos se ha encontrado restos de alcohol etílico, agua jabonosa. No hay rastros de veneno.
[b]Nº 4 - Informe médico del galeno del palacio real[/b]
[b][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Informe médico del estado del príncipe en la noche de autos[/i][/font][/size][/color][/b]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]S.A.R. el Príncipe heredero (de ahora en adelante, el paciente) se encontraba en decúbito supino en el momento de la exploración. Inconsciente. 26 años. Antecedentes de haber superado la viruela y el sarampión. Una caída que le provocó laceraciones y problemas hepáticos.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Examen físico: presión y pulso disminuidos. Febril, piel tibia. Ojos: conjuntivas muy rojas, pupilas arreactivas. Boca: faringe congestionada, espuma blanca en mucosas. Tórax: murmullo en los pulmones. Corazón: arritmia evidente, bradicardia. Orina turbia: llevé una muestra a mi laboratorio, sospecha de solaninas.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Pruebas en laboratorio: la orina se filtra y reduce con vacío. Se procede a cromatografía en papel en una mezcla de alcohol-éter. Se observa que el fluido portador arrastra una sustancia que coincide con la solanina.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Intoxicación con solaninas unas 6-8 horas antes del momento de la exploración.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Esta sustancia se encuentra en determinados tubérculos inmaduros que crecen en tierras cálidas Clasemas. Dichas plantas no crecen en nuestros climas fríos. Es posible aislar la sustancia mediante extracciones sucesivas con algunos solventes (alcohol, p.e.).[/i][/font][/size][/color]
[b]Nº 5 - Declaración autoinculpatoria de D. Arturo Hambrán[/b]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Declaración de Arturo "el loco" que da inicio al procedimiento contra D. Froilán, D. Enrique y el general Khan.[/i][/font][/size][/color]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Nota: esta declaración ha sido obtenida fruto de un acuerdo por la gracia de Su Majestad el Rey con el detenido. A cambio de su confesión recibirá la clemencia del Rey evitando el cargo por magnicidio y asumiendo su culpabilidad por sabotaje.[/font][/size][/color][/i]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Dado en Noïd, el 2 de febrero del presente.[/i][/font][/size][/color]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Yo, Arturo Hambrán, también conocido por los cuerpos policiales como "el loco", quiero confesar el plan que urdieron los syldavos contra el príncipe heredero de la corona noïdita. Confieso ahora con el convencimiento de que las monedas que me pagaron cegaron mi mente por codicia, pero que el daño que le he hecho a mi país es tan irreparable que solo LA VERDAD puede aliviar el dolor que siente S.M.R.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Nuestra banda de "forajidos", una veintena de hombres entre ladrones, violadores y bandidos, espera pacientemente los convoyes junto a las vías del tren para ganar algo de oro con el seguir de fiesta. Un buen día en vez de trenes de mercancías vimos un tren engalanado y elegante al que decidimos parar a la espera de obtener un buen botín. Resultó ser el tren de S.A.R. el príncipe Antuán.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Cuando el tren se detuvo S.A.R. el príncipe Antuán me hizo subir a su vagón personal a tomar el té con pastas. Díganme ustedes, ¿así se trata a un bandido? Allí supe que las intenciones de la delegación syldava no eran las del elegante viaje diplomático que querían hacer aparentar a Noïd.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Las propuestas que allí me hicieron son inenarrables. Son tan obscenas, tan frívolas y malévolas que tuve que salir de allí por piernas, como suele decirse. Esto ocasionó la furia del príncipe Antuán que mandó a sus soldados a atacarnos... Supongo que para evitar que nos fuésemos de la lengua.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Nos superaban 5 a 1. Así que casi todos murieron: el johnny, el piernas, el drogata, el tuerto, y un largo etcétera de hombres muertos. Yo fui gravemente herido, pero conseguí esconderme tras una zarza. Allí aguardé a ver si los soldados se daban por vencidos para poder salir de mi escondite y poder recuperarme.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]No cesaron en su empeño y me acabaron encontrando. Yo esperaba que ese hombre que me encontró medio muerto me diese la última estocada, pero no. Este hombre, al que no he vuelto a ver y no sé si podría reconocer si volviese a ver, olía fuertemente a alcohol, pero no estaba borracho. Me ayudó a incorporarme y me preguntó su cumpliría con la misión que me habían encargado minutos antes dentro del tren. Que si no lo hacía me matarían y una vez llegados a Noïd harían lo propio con toda mi familia.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Me dijeron que el hombre que me ayudó se llamaba Enrique. No me lo dijo él, me lo dijo una señora más tarde.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Me subieron al tren y me curaron con unos remedios. Me dijeron que eran escasos y que habían salido de una caja de medicinas que tenían los soldados... Allí me vendaron y curaron lo suficiente como para que cuando llegase a Noïd pudiese cumplir mi misión.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Una vez en la ciudad me dieron unas monedas de oro para que fuese a los bajos fondos a buscar unos extractos (me dijeron que de patatas verdes) que eran muy valiosos. ¿Cómo iba a ser yo que serían venenosos? Yo pensé que querrían esa mercancía porque en la cochambrosa syldavia no había... No negaré que tuve mis sospechas sobre aquella mercancía y no negaré que dubité en que fuese un veneno, pero de ¿patata? Me pareció ridículo que una patata fuese venenosa. Ojalá haber tenido ciertos estudios en ese momento, nunca hubiese puesto en peligro a la Familia Real.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Dejé la caja con el extracto en el lugar que me indicaron, bajo un roble cerca del palacio real. Allí sería recogida más tarde.[/font][/size][/color][/i]
[i][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Antes de terminar mi declaración me gustaría aclarar que en ese vagón todos me vieron y sabían quien yo era.[/font][/size][/color][/i]
[b]Nº 6 - Declaración de D. Bianca Botero ante S.A.R[/b].
[quote][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i][color=#c10300]Caballeros, lo primero que debo decir es que es insultante el trato que se nos está dando cómo invitados de su majestad. Primero que se nos acuse de delitos contra la corona sin prueba ni indicio sólido, luego que se nos retenga contra nuestra voluntad y se nos mantenga incomunicados tan largo tiempo. Debo protestar en nombre mío y creo hablar por el resto de cautivos, porque es exactamente lo que somos[/color][color=#c10300].
[/color][/i][/font][/size][/color][/quote]
[quote][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i][color=#c10300]Por ultrajante que sea el escenario, cómo ciudadana y súbdita de S.A.R., y no en menor medida cómo esposa de una figura de la dignidad de mi marido, no puedo si no que responder con la verdad a lo que me pregunta S.A.R, a pesar de las implicaciones que va a tener para mi hija, aquí presente, enterarse de algunos hechos que hasta este momento no conoce.[/color]
[color=#c10300]Esto es lo que vi: cuando me ausenté del vagón real, pasé primero por mi propio compartimento, para dejar algunas prendas de ropa poco prácticas, y hacerme con un abrigo, esperando que la temperatura del vagón de tercera fuera bastante menos agradable que la de las zonas nobles del tren. Una vez ataviada correctamente, pasé por la cocina del tren, para pedirle a la cocinera té caliente para los chicos que volvían de la batalla tiritando tanto de frío cómo de la impresión del combate.[/color]
[color=#c10300]Mientras estaba ayudando a la cocinera a llenar de agua la tetera, escucé un ruído en la puerta, y vi salir a un hombre del armario de pertrechos, donde se guardan multitud de consumibles, desde cerillas a limpiador de plata. No pudo estar ahí más de un minuto, pues es el tiempo que estuve de espaldas. No vi la cara a ese hombre, pero tanto por las ropas cómo por el tufo de alcocohol, estoy segura de que no era otro que don Froilán. Pensé que había venido a ver si podía rapiñar alguna botella más para seguir con su indecente bacanal junto a sus "acompañantes", por decirlo de alguna manera.[/color]
[color=#c10300]Estuve unos minutos charlando con la cocinera sobre las diferencias entre la cocina syldava y la noidita, mientras se calentaba el agua. Me pareció una mujer bastante competente en su oficio, debo añadir. Bien, cuando estuvo listo el té, entre las dos lo llevamos al vagón de tercera. Es verdad que los soldados y mercenarios iban en otro vagón a parte, pero supongo que para no disminuir la moral de las tropas con las heridas y quejidos de los heridos, a estos los habían alojado al final de vagón de criados y otros viajeros de clase baja. No me entiendan mal, yo vengo de familia de tenderos, no me creo por encima de nadie, pero el tren viene dividido en estos niveles, y a ellos me remito. ¿Por dónde iba? Ah si, entramos en el vagón de tercera, y dejamos la tetera sobre un cajón de madera. Desde que entramos, el olor de suciedad se había transformado al mezclarse con la humedad y el aroma del té, así que todos los presentes giraron la vista hacia nosotras, con carita de cordero degollado. Enseguida vimos que habría que servir té a todos, heridos o no, para evitar generar rencores sin necesidad. Y al fin y al cabo, ser atacados a medio viaje por un grupo de bandidos maleducados no había dejado buen cuerpo a nadie en el tren. Entonces la cocinera se marchó a poner más agua al fuego, y yo me quedé sirviendo el té a los heridos. Cómo los demás viajeros se impacientaban esperando a que yo hiciera mi ronda, le pedí al general Khan, que en ese momento estaba revolviendo en una caja de madera llena de botellas y frascos extraños (supongo que serían medicinas, ya que la caja estaba marcada con una cruz roja en [/color][color=#c10300]la tapa[/color][color=#c10300]). Así que el general se giró para mirarme , guardó con prisas lo que tenía entre manos en sus bolsillos, y se puso a ayudarme a servir té a los viajeros sanos.[/color]
[color=#c10300]Cuando estaba ya terminando de servir y reconfortar a los heridos, Me acerqué a uno que estaba en un rincón, medio apartado, junto a un hombre vestido de civil. Cuando me acercaba, el civil se marchó apresuradamente hacia la fila de hombres que esperaban que el general les llenara la taza, y me pude acercar a[/color][color=#c10300]l herido del rincón. Tenía la cara y la pechera del uniforme cubierta de sangre medio seca. A parte de eso, se le veía con dificultad para moverse, pero respiraba con normalidad y, si no se le infectaba ninguna herida, parecía de los afortunados que volverían[/color][color=#c10300] a casa. Si que le extraño un poco que el soldado olía a alcohol, pero pensé que le habrí[/color][color=#c10300]an[/color][color=#c10300] dado algún licor para hacerle olvidar un poco el dolor. El general debería poder confirmarlo, ya que los sanitarios me comentaron, cuando al final de la ronda hicieron un descanso y también tomaron un té, que el general era muy celoso de custodiar los medicamentos, y que no les permitía disponer de los medicamentos, si no que se los tenían que pedir a él, que era el único que podía abrir la botica de campaña, dónde se guarda el aguardiente para el dolor[/color][color=#c10300]. Aún que supongo que dirá lo que sea con tal de alejar cualquier acusación de permitir la bebida a las tropas durante el servicio. En cualquier caso, quiero dejar claro que yo sólo ofrecí té a los viajeros de vagón de tercera, y nada más que té. Y unas galletas a los sanitarios, eso también.[/color]
[color=#c10300]Y para no faltar a la verdad, debo añadir que reconocí al hombre que acompañaba al soldado herido del rincón. Cuando me iba, buscando al general con la mirada para despedirme de él, vi el rostro de[/color][color=#c10300] Enrique [/color][color=#c10300]el Minero, iluminado por la cerilla con la que le encendía un cigarrillo al soldado herido. Yo ignoraba completamente que viajaba en el tren, pues no hacía ya días que no teníamos noticias de él. Ah, perdonen, que ustedes no están al tanto. Verán, Enrique había pedido la mano de mi hija Inés, aquí presente, y además se ha colocado recientemente en la empresa de mi marido. Y claro, ustedes comprenderán que yo me sorprendiera de no estar al tanto de que él fuera a venir a Noïd en este viaje. Más me extrañó que no se acercara a saludarme en ningún momento, pero luego pensé que igual era por una estúpida vergüenza de viajar en tercera cuando nosotras íbamos en la parte noble del tren, y encima invitadas al coche del príncipe. Perdón, de S.A.R.[/color]
[color=#c10300]Y luego volví a mi compartimento a cambiarme de ropa de nuevo, a perfumarme un poco (el olor de cocina y vagón sucio no hubiese resultado apropiado en el vagón real[/color][color=#c10300])[/color][color=#c10300] y fui a encontrarme con mi hija.[/color]
[color=#c10300]Siento no haberte dicho nada de Enrique, Inés, pero cómo últimamente no ha estado demasiado atento contigo, y me pareció verte ilusionada con el viaje, no quise distraerte con esto hasta saber de las intenciones reales de ese muchacho. Cómo tampoco en Noïd buscó la ocasión de hablar con nosotras, o al menos darme alguna explicación en privado, llegue a la conclusión de que había pasado página respecto a sus planes de futuro contigo, así que decidí que lo mejor era no decirte nada para no empañar tu ánimo y las posibilidades de que conocieras en este viaje a un hombre más digno de ti. Espero que con el tiempo lo entenderás y podrás perdonarme.[/color][/i][/font][/size][/color][/quote]
[b] Nº 7 - Declaración de D. Froilán ante S.A.R. [/b]
[size=2][font=Arial, Helvetica, sans-serif]"Majestad, me temo que ha sido usted víctima de un complot y yo he sido partícipe del mismo en mi ignorancia. En el tren viajaba un muchacho de buen beber que según me dijo se llamaba Enrique, hace poco descubrí que es el hijo de "El minero", el rebelde que hace unos años quiso deponeros.[/font][/size]
[size=2][font=Arial, Helvetica, sans-serif]La noche que me mando salir a buscar a Arturo los encontré a ambos discutiendo, y yo pensé que tal vez usted había enviado a este muchacho también a buscar a Arturo, cuando me vieron aparecer y se dieron cuenta de que me encontraba en un estado grave de embriaguez se lanzaron ambos a por mí y lograron reducirme, después desaparecieron en dirección al tren. Tendría que habéroslo contado en ese momento, pero mi orgullo y mi estupidez me impidieron hacer lo correcto, además reconozco que me hallaba algo enajenado porque usted hubiese reconocido al Duque de Lilo como su heredero sin tener en cuenta mi ascendencia y no pensé que fuesen a hacer gran daño. ¡Qué equivocado estaba mi señor![/font][/size]
[size=2][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Definitivamente, todo esto es culpa mía, está claro que ese hijo de puta de Enrique planeo todo esto junto al bandolero para hacernos parecer asesinos y que Noïd finalizase lo que su padre no pudo hacer. Pero, no permitiré que mi error os arrastre mi señor, he solicitado al rey una audiencia y pienso asumir todas las culpas, si hace falta les diré que yo mismo intenté asesinar al príncipe para que os dejen libres.[/font][/size]
[size=2][font=Arial, Helvetica, sans-serif]Solo os pido, por favor, mi señor, que sepáis perdonar mi estupidez y que me creáis cuando os digo que, si salgo vivo de esta, no volveré a probar una gota de alcohol en lo que me quede de vida."[/font][/size]
[b]Nº 8 - Declaración del Duque de Miramar ante S.A.R.[/b]
[b][color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Alteza, gracias por oír mis consejos. Está historia tiene demasiados cabos sueltos. Doña Blanca relata vívidamente una historia que no le contó mientras tomaba té. Y, por si esto fuera poco, hay ahora tres hombres con actitud sospechosa ante nuestros ojos.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Por una parte, un Froilán que rebusca entre nuestras provisiones, hecho que convenientemente ha ignorado. Un hombre que, por cierto, aparece de la nada con una historia reluciente para vender.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Por otra, un general que protege una serie de “medicamentos†y raciona a los sanitarios los productos. Un militar que viene solo al palacio real, dejando a sus hombres tras él, a dar la cara por su Príncipe casi un día después del día de autos y habiendo huido de la recepción en la antesala del Gran Salón.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Por último, al chico Enrique fumándose un cigarro junto al Arturo en cuestión, acusado por este último de hacer algo que perjura no haber hecho.[/i][/font][/size][/color]
[color=#888888][size=4][font=Arial, Helvetica, sans-serif][i]Es evidente que todos saben más de lo que cuentan, a excepción, Alteza, de vos y yo. Algo me dice que el chico es un chivo expiatorio , llámelo intuición, alteza.[/i][/font][/size][/color][/b]
#Bianca, agitada y menos sonriente de lo normal, va a la caza por los pasillos del juzgado, hasta que logra reunir a S.A.R. Antuán y al abogado Bufonete:
[quote]
[color=#c10300]Caballeros, mi hija ha desaparecido y me acaban de enviar una carta anónima que dice que no la liberarán si D. Enrique se responsabiliza del atentado, inculpa a l general y al bandido, y exculpa a D. Froilán. Les ruego que me ayuden a lograr que mi hija sea liberada.[/color]
[color=#c10300]Maldita sea la hora que accedí a que Inés viniera a Noïd. Este lugar no ha traído más que desgracias.[/color][/quote]
#[color=#c14700]Seño[/color][color=#c14700]ría, empezaré estableciendo que realmente se ha cometido el crimen. Para ello, llamo a declarar al galeno de palacio.[/color]
#1. Letrado, relevé a uno de mis compañeros. Es el capitán Ordóñez, un condecorado compañero. No puedo hablar por él, pero cuando hicimos el cambio de guardia no me señaló ninguna incidencia.
2. No dispongo de esa información, letrado. El servicio se encarga de la limpieza de los aposentos.No sé dónde estaría el veneno.
3. ¿Cómo podría yo saber eso, letrado?
4. No voy a tolerar esas insidias, señoría. Soy un militar condecorado, guardia real, hice un juramento a mi Rey, mi Príncipe y mi patria. No echo cabezadas.
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]3. ¿Con qué propósito concreto se aventuró a este viaje?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Mi tío abuelo Felipe Francisco Froilán me recomendó que me uniera a la corte del príncipe con la esperanza de que me nombrara heredero suyo, puesto que, dada su condición, el príncipe no puede tener herederos naturales.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]4. Qué negocios tiene usted?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Ninguno señoria, mi familia me paga un pequeño estipendio para mis exiguos gastos[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]5. ¿Entonces, es correcto que una eventual guerra entre Noïd y Clasema le beneficiaría cómo empresario?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]No tengo empresa alguna a mi nombre ni participación en ninguna.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]6. ¿Con quien ha tenido contacto, desde su llegada a la ciudad de Noïd hasta el incidente?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Con el General Khan, el principe Antuan, Arturo el loco, Marisa y Martina[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]7. ¿Que estuvo haciendo en palacio, y en compañía de quien, desde la recepción hasta la hora del incidente?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]El arquitecto de palacio tuvo el gusto de enseñarme todo el palacio en una preciosa visita y después de la misma me fui con Marisa y Martina a disfrutar de la hospitalidad Noidita y de las camas del país. No se si usted me entiende.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]8. Después de la alarma [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]en palacio, usted abandonó el edificio, mientras casi todos sus [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]compatriotas se quedaron. ¿Por qué lo hizo?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Lo cierto es que no me enteré de lo que había pasado hasta un tiempo después, cuando me entregue voluntariamente debo decir. Yo estaba en una taberna, El Clasesmo escocido, en un grave estado de ebriedad me temo.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]9. ¿Con quien se vio entre el momento que abandonó palacio y cuando volvió?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Con mucha gente, aunque me temo que no recuerdo sus nombres y apenas sus caras.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]10. Volviendo al viaje: ¿En compañía de quien viajaba?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Inicialmente viaje solo, pero durante el trayecto conocí a Marisa y Martina, dos gemelas que viajaban como parte de la corte del príncipe. También conocí aqui a Enrique, el hijo del minero y trabamos una cierta amistad.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]11, ¿Abandonó su compartimento en algún momento? ¿Dónde fue?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Si, cuando fuí requerido por el principe para tratar con Arturo el loco, acompañe a un par de guardias al vagon de primera clase.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]12. De su declaración se desprende que usted aspiraba a ocupar la figura de heredero al trono syldavo. ¿Es correcto?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Es correcto, mi familia desciende de una rama lejana del principe Amón y por tanto, y en teoria, el principe Antuan podría nombrarme su heredero.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]13. ¿Que otros pretendientes destacados había? ¿Podemos suponer, que por lo tanto, había cierta rivalidad al respecto?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]El Duque Eltomash Lilo Eduardo es también pretendiente, pero no había ninguna rivalidad, durante el viaje estuvimos hablando y llegamos al acuerdo de que yo le apoyaría para llegar a ser heredero. No diré que me agrado del todo el acuerdo, pero poco después descubrí que no tengo madera de principe así que tampoco me importó demasiado.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]14. ¿Había visto usted a D. Arturo, antes de que subiera al tren para parlamentar con S.A.R?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]15. Testigos en ese compartimento me han comunicado que la actitud de usted hacia Arturo, a pesar de que venía a exigir rescate a cambio de no asaltar el tren, fue amistosa. ¿Es así?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Si señoría, viendo la situación pensé que lo mejor sería tratar de congraciarnos con él para evitar el derramamiento de sangre que finalmente hubo.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]16. ¿Tras el fracaso de las negociaciones, alguien del tren dio orden de atacar a los bandidos? ¿Quien?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]El principe Antúan ordeno ejecutar a todos esos hombres[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]17. ¿Cuando se produjo la batalla, quien estaba a cargo de los hombres de S.A.R.? ¿Cual era su cometido en la misma?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]El general Khan señoría, no se mucho de estrategia, pero por lo que pude ver era el encargado de ir rematando con su pistola a los forajidos que habían quedado con vida.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Usted declaró, con [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]anterioridad a los hechos, que Arturo se le había escapado tras la [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]batalla, siendo este extremo desautorizado por usted mismo en [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]declaraciones posteriores al atentado, tras un muy conveniente tiempo [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]alejado de palacio y de sus compañeros de viaje.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]18. ¿Entonces, usted es un cobarde, un traidor o un embustero? ¿Acaso las tres cosas?[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Perdón, señoría. Retiro la pregunta.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Por vuestra propia [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]declaración, faltasteis a vuestro deber con vuestro monarca, por [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]vergüenza. Reconocéis, por lo tanto, ser un traidor. No resulta nada [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]extraño, más al contrario, algo conveniente para vos, ese desliz de [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]mantener en secreto la presencia de un peligroso bandido que[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif] ya se había lazado en armas contra la persona de vuestro príncipe, [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]arriesgando la vida de vuestro monarca en el riesgo de sufrir un nuevo [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]atentado desde dentro de su propio tren. Por ello, sois culpable de [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]cometer magnicidio en grado de tentativa contra S.A.R. el príncipe [/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]Antuán de Syldavia.[/font][/size][/color]
[color=#000000][size=2][font=Arial, sans-serif]No señoría, mi único pecado es no tener los arrestos necesarios para ejecutar a un hombre a sangre fria. Como le decía antes eso fue lo que me hizo darme cuenta que jamás podría ser principe, yo no habría podido dar la orden de atacar a esos hombres y mucho menos perseguir a su lider para ejecutarlo.[/font][/size][/color]
#[color=#c14700]Señor: usted ha declarado en esta sala que si durante el viaje dejó su vagón fue en presencia de unos guardias para acudir al vagón real.[/color]
[color=#c14700]20. ¿Si usted viajaba en el vagón de invitados, con otras personas notables de Syldavia, cómo explica usted el haber conocido a D. Enrique, haber participado en la persecución de D. Arturo y haber sido visto en la cocina, cómo declaró D. Bianca ante S.A.R.?[/color]
[color=#c14700]Ante la inconsistencia de la declaración, solicito que sea llamado a declarar al maestre arquitecto de palacio, reservándome el derecho de hacer más preguntas al acusado.[/color]
#El ambiente del vagón de invitados era terriblemente aburrido, así que me pase al vagón de tercera a compartir alguno de los licores que había llevado al viaje conmigo con las gentes menos favorecidas. Allí fue donde conocí a Enrique y a Marisa y Martina. Sobre la persecución de Arturo creo que ya se lo he dicho, fue una petición especial del propio príncipe, no se muy bien que quiere que le explique al respecto y por último lo cierto es que no recuerdo haber estado en la cocina, es más no recuerdo haber pisado jamás en mi vida una cocina, pero no es menos cierto que durante ese día bebí bastante así que no me atrevo a decir que no fuese a la cocina a por algún tentempié o una botella de orujo...
#La carta es una comunicación privada entre el acusado y su representación y puede revelarla solo el acusado, como dicta el secreto de las comunicaciones. La acusación tendrá la oportunidad de objetar sus contenidos en su proximo alegato. Si no se hace publica esta declaración, que solo tiene valor cuando hecha y revelada publicamente en el sumario, se tendrá por no puesta.
Procure la defensa no aprovechar artimañas para introducir pruebas fuera de tiempo, o estas serán desestimadas.
El contenido de la carta, por cierto, no ha sido leído por el juez, pues se remitió directamente al acusado a contratar un abogado y a no representarse a si mismo.
[size=4]Señores, la verdad sale a la luz. Arturo no es la inocente hermanita de la caridad que nos quiere hacer creer, sino un peligroso delincuente y asesino que mediante la extorsión ha pretendido aprovecharse del acusado para llevar a cabo sus terribles planes. Afortunadamente para todos, Froilán, aunque disoluto, y dado a la bebida, no es una mala persona y ha avisado pertinentemente a su Señoría y ahora a todos para que los planes de este malhechor no tengan éxito.[/size]
[size=4]Ruego a su majestad que refuerce la seguridad sobre su persona, y le suplico encarecidamente que revise las habitaciones para comprobar si existe tal arma, en cuyo caso, pido sea aportada como prueba.[/size]
#Señoría, solicito que nos sea justamente concedida la mismo oportunidad que a la defensa. Por lo tanto, solicitamos que se anule el presente juicio y se reabra la investigación pública de los hechos por lad autoridades competentes.
#Mientras tanto, un policía de reconocido prestigio se hizo cargo de la investigación encargada por su señoría. Tenía una misión que parecía sencilla: buscar una presunta arma homicida contra el Rey y su familia en palacio y, en base a dónde la encontrara, echarle la culpa al susodicho.
El capitán llegó al palacio real, donde fue conducido por la guardia hasta la alcoba que había señalado Froilán. Cuando entró a la alcoba se puso a registrar junto a sus hombres. Debajo del lecho la encontró. Afilada, de doble filo y hendidura. Una daga mortal de necesidad que, sin duda, no se usaba para herir, sino para matar.
Alarmado preguntó: ¿quién se alojaba en este lugar?
#Majestad, se me ha encomendado presentar el caso contra los tres acusados, buscando verdad y justicia. Lo que propone Su Majestad quizá sea justo o quizá no lo sea. Pero nunca lo sabremos porque renunciamos con estos métodos a encontrar la verdad.
Su Majestad es libre de decidir lo que le plazca, pues es su prerrogativa. Pero la culpabilidad de un hombre no se elige a voluntad: es o no es, y en la mano de los tribunales es intentar descubrir cual de las dos es la realidad, no inventarla. Le imploro que no me pida actuar en una farsa para hacerlo pasar por justicia. No quiero desacreditar una vida de esfuerzo por la Justicia con tan negra mancha.
[quote]¡¡Sandeces!! Señores, veo que mi Reino no cuenta con su lealtad. Cogeré a ese tal Enrique y lo colgaré por los pies mientras todo mi país ríe su muerte.
Ya que ustedes no han propuesto castigar a los otros dos acusados, les propongo que cada uno de ellos pierda una mano, para que asi recuerden que me deben la vida.[/quote]
#[size=4]¿Y qué hará vuestra majestad con Arturo?, ¿Qué hará tras saber del complot?, ¿Permitirá vuestra majestad que la comitiva Syldava vuelva a su país con la idea de que la justidia del rey de Nöid no es justa?[/size]
[size=4]Arturo se valió de ellos para cometer un atentado contra vos. Los syldavos son meros instrumentos casuales en sus manos, pero no lo queréis ver. Bastante dañadas están ya las relaciones con Syldavia. Esto solo empeorará las cosas majestad.[/size] Dijo Bufonete.
#[color=#c14700]Se hará[/color][color=#c14700] lo que vos ordenéis[/color][color=#c14700]. Pero será este acto un borrón que empañará vuestro nombre en la historia para siempre. Un oscuro legado con el que deba cargar vuestro hijo, el día en que os suceda.[/color]
Así intervino el fiscal, acabando con una reverencia, arriesgando su propia vida, intentando que el amor de padre de Su Majestad se sobreponiera a la cólera del monarca ultrajado. Pues cierto es, que cada día que el heredero vivía, era una victoria sobre la muerte y una mayor esperanza de recuperación.
Don Severo de Narices, el gran fiscal, hizo aparición, acompañado de sus dos ayudantes. Impecablemente vestido, con pasos seguros y gran presencia, pero con unas ojeras que denotaban el trabajo contra-reloj en las últimas horas para preparar un caso tan complejo. Enseguida que llegó a su mesa, pidió a uno de los acólitos que trajera una gran taza de café, mientras esperaba la llegada de sus señorías. No era cuestión de arriesgarse a caer en el sopor por falta de sueño. El otro ayudante ordenaba escrupulosamente varias carpetas delante de su jefe. Muchas carpetas, y ninguna demasiado abultada. Este caso iba a requerir buena dosis de alerta e improvisación. Exactamente lo contrario a lo que le gustaba a Don Severo: casos perfectamente atados, de los que la defensa no pudiera escabullirse, cómo si de cadenas se tratase.
#Pruebas que obran en poder de la defensa y la acusación.
[quote][b]Informe médico del estado del príncipe en la noche de autos[/b]
Dr. Gilberto Smith-Page
S.A.R. el Príncipe heredero (de ahora en adelante, el paciente) se encontraba en decúbito supino en el momento de la exploración. Inconsciente. 26 años. Antecedentes de haber superado la viruela y el sarampión. Una caída que le provocó laceraciones y problemas hepáticos.
Examen físico: presión y pulso disminuidos. Febril, piel tibia. Ojos: conjuntivas muy rojas, pupilas arreactivas. Boca: faringe congestionada, espuma blanca en mucosas. Tórax: murmullo en los pulmones. Corazón: arritmia evidente, bradicardia. Orina turbia: llevé una muestra a mi laboratorio, sospecha de solaninas.
Pruebas en laboratorio: la orina se filtra y reduce con vacío. Se procede a cromatografía en papel en una mezcla de alcohol-éter. Se observa que el fluido portador arrastra una sustancia que coincide con la solanina.
Diagnóstico
Intoxicación con solaninas unas 6-8 horas antes del momento de la exploración.
Posible origen
Esta sustancia se encuentra en determinados tubérculos inmaduros que crecen en tierras cálidas Clasemas. Dichas plantas no crecen en nuestros climas fríos. Es posible aislar la sustancia mediante extracciones sucesivas con algunos solventes (alcohol, p.e.).[/quote]
Objetos que fueron incautados a los investigados:
D. Froilán: un frasco vacío en sus ropajes. Un puñado de monedas de oro.
General Khan: armas, instrumental médico vario, lidimentos.
Enrique: un puñado de monedas de plata, una pequeña daga.
#La sala se sumió en silencio cuando el exmo. [b]magistrado[/b] [b]don Tino Bizán[/b] hundió sus posaderas en la lujosa silla, siempre reservada a los pocos magistrados que estaban autorizados a dirigir los pocos procesos que se enjuiciaban en aquella sala, que pese al desuso estaba bien mantenida.
Su escritorio estaba repleto de notas y papeles dirigidos al juicio, que no consultó. Dejó pasar varios minutos de silencio rotos por la ocasional tos de un acatarrado bedel. Miró y asintió entonces con respeto al monarca y a su heredero y dió comienzo al proceso:
"nos encontramos hoy aquí para esclarecer unos gravísimos hechos que, de confirmarse, ponen en peligro la paz y la tranquilidad en nuestro Reino. En esta cámara se conocerá la verdad con atención a la Ley. Sepan ustedes, tanto los hombres del Rey como los extranjeros, que no se permitirán en esta sala bravuconadas ni tonteos de ninguna clase, pues la mínima interrupción de los procesos debidos por la ley y la costumbre me invitarán a presentarles las frías cadenas de la guardia..."
Una vez hubo terminado de introducir las cuestiones procesales miró fijamente a los acusados,
[b]"Se les acusa del delito de magnicidio contra[/b][b] el Rey, su heredero, la Reina y los infantes, delito [/b][b]que acarrea la pena capital[/b][b]. A sabiendas de que se encuentran bajo juramento[/b][b], ¿Cómo se declaran?"[/b]
#Antuán, en vista de la irracionalidad del rey de Nöid, junto con toda su corte y los desterrados Khan y Froilán partieron hacia el puerto donde los esperaba el barco que los llevaría de regreso a Syldavia.
#Bufonete, tras revisar sus papelorios se puso en pie y dijo:
[size=4]Con la venia señoría.[/size]
[size=4]El tema objeto de juicio es de una gravedad extrema, y de gravedad extrema es también la pena que acarrea; pena de muerte, ni más ni menos. Por eso, Si la justicia de Nöid es justa como así creemos, y su señoría es digno representante de la misma, cosa que no dudamos, convendrá conmigo en que este caso no puede juzgarse a la ligera, ni basarse en conjeturas y suposiciones, sobre quién y cómo cometió el terrible atentado contra su alteza real el Delfín de Nöid, ni mucho menos condenar a muerte a inocentes basándose en suposiciones circunstanciales, puesto que esta segunda impostura sería mucho peor que la primera, pues descalificaría a la propia justicia de Nöid.[/size]
[size=4]En este juicio habrán de esclarecerse los hechos y recabar todos los testimonios que arrojen luz sobre este terrible magnicidio del que se pretendió responsabilizar primeramente a todo un país, Syldavia, con su Príncipe y toda su corte, y ahora, más reducidamente, a mis defendidos, y todo ello con conjeturas y suposiciones.[/size]
[size=4]Con el fin de esclarecer los hechos, manifiesto mi deseo de interrogar a todos los testigos propuestos por la acusación, así como a su Alteza Real, el Rey de Nöid, a doña Inés, el jefe de cocina y los camareros del príncipe.[/size]
[size=4]Así mismo, si la salud del Delfín lo permitiese, también deseamos interrogarlo a él.[/size]
#Señoría, la fiscalía sostiene, y vendrá a demostrar ante este tribunal, la participación de los acusados en la conspiración para atentar contra la vida de S.A.R. el príncipe de Noïd y heredero al trono, extremo que afortunadamente se ha frustrado hasta la fecha. Concretamente: D. Enrique el Minero, conocido detractor de la monarquía, abordó el tren real syldavo con la intención de desestabilizar el régimen político mediante atentado contra la vida del monarca syldavo. Durante el viaje, D. Enrique fue engañado y utilizado por D. Froilán, que le hizo creer que iban a colaborar, incluso presionando a D. Arturo, para atentar contra el príncipe. Pero no contra el príncipe syldavo, cómo D. Enrique creía, si no contra el heredero al trono de Noïd. Porque, señoría, este era el objetivo que más convenía a los intereses particulares de D. Froilán, tanto en sus aspiraciones políticas cómo en sus negocios. El General Khan, por su parte, debió conocer desde un principio las intenciones de D. Enrique, y posteriormente guardó silencio y jugó a la equidistancia durante todo el desarrollo de los hechos y posteriores investigaciones, esperando a ver a favor de quien se decantaba la balanza, arriesgando poco o nada personalmente.
Resumiendo, señoría: nos encontramos ante dos casos de magnicidio. El primero, en grado de tentativa, cometido por D. Enrique y el general Khan contra S.A.R. el príncipe de Syldavia. El segundo, contra S.A.R. el príncipe heredero de Noïd, en el cual D. Froilán es el autor material e intelectual, D. Enrique es cómplice directo bajo engaño y posteriormente encubridor, el general Khan es cómplice y encubridor, y D. Arturo es un mero intermediario ajeno a la finalidad magnicida de la conspiración.
En las próximas jornadas se darán a conocer las motivaciones, medios y oportunidades empleados para cada uno de los tres acusados para tan grave delito cómo es el de magnicidio. Dicha tesis vendrá apoyada por numerosos testimonios y pruebas, a saber:
Pruebas de la acusación:
Nº 1 - Botella encontrada en posesión de D. Froilán de Todos los Santos
Nº 2 - Monedas encontradas en posesión de D. Enrique el Minero
Nº 3 - Linimentos y frascos varios en posesión del general Khan
Nº 4 - Informe médico del galeno del palacio real
Nº 5 - Declaración autoinculpatoria de D. Arturo Hambrán
Nº 6 - Declaración de D. Bianca Botero ante S.A.R.
Nº 7 - Declaración de D. Froilán ante S.A.R.
Nº 8 - Declaración del Duque de Miramar ante S.A.R.
Testigos de la acusación:
Nº 1 - Guardia de los aposentos del príncipe heredero
Nº 2 - Mayordomo del palacio real
Nº 3 - Galeno del palacio real
Nº 4 - S.A.R. el príncipe de Syldavia
Nº 5 - Duque de Miramar
Nº 6 - D. Arturo Hambrán
Nº 7 - Bianca de Botero
Y antes de proceder en la argumentación de la acusación, vengo a plantear las siguientes cuestiones previas:
1ª Que dada la importancia de los testimonios para establecer la verdad de los hechos de este caso, y la notoriedad pública de los hechos que aquí se juzgan, solicito que el juicio se realice a puerta cerrada para evitar la contaminación entre testigos y proteger la intimidad de la persona del príncipe heredero y otras altas dignidades involucradas en los hechos.
2ª Que dada la figura jurídica encarnada por S.A.R. el príncipe Antuán de Syldavia, solicito que todas las declaraciones que han sido dadas ante él, ya sea en el desarrollo de los hechos encausados, cómo en las indagaciones posteriores, sean utilizables en el presente juicio y el testimonio de S.A.R. sobre tales declaraciones, al igual de los hechos de los que él mismo haya sido testigo directo, gocen de presunción de veracidad ante este tribunal.
3ª Que se solicita al tribunal mandar analizar el contenido, o restos del mismo, de las pruebas número 1 y 4 de la acusación por un experto imparcial, y que cuyo informe al respecto sea incorporado cómo prueba de este juicio.
4ª Que dada la relevancia del testimonio de D. Arturo Hambrán y el riesgo al que se expone, se solicita protección de la guardia para la hija del mencionado testigo.
5ª Que, en caso de que la salud de la víctima lo permitiera, solicitamos poder citarle cómo testigo en el juicio.
#En un primer viaje, estaba previsto traslada a S.A.R. y los más destacados miembros de su séquito hasta la fragata que aguardaba a escasas millas de tierra. Una vez transbordados estos primeros pasajeros, el mercante volvería al muelle a por el resto de miembros del cortejo.
Haciendo valer su autoridad cómo armadora, ordenó que Inés fuera llevada a bordo del la fragata en el primer viaje. Hasta que ella estuviera a bordo, el mercante no zarparía.
#Demasiadas cosa que decir, y demasiada emoción para poder expresarse en ese momento. Un abrazo lo dijo todo.
Bianca puso a Inés en el camarote del patrón. Se sentó a su lado dándole la mano hasta que se durmió. Aún dormida, le siguió acariciando la mano un rato, y luego fue a ver qué quería el capitán ese. Probablemente, cobrar.
#Don Severo acude al despacho del magistrado Bizán:
[color=#c14700]Señoría, con la venia...[/color] -dice mientras entra- [color=#c14700]Hemos terminado con la toma de declaración. L[/color][color=#c14700]e traigo la transcripción para el sumario del caso. Estamos listos para proseguir.[/color]
Entrega este documento:
[quote][i]Reunidos el fiscal [color=#c14700][b]D. Severo de Narices[/b][/color] y el testigo [color=#008e02][b]D. Arturo Hambrán[/b][/color], habiéndosele informado de sus derechos y obligaciones, da comienzo la toma de declaración previa al pleno del juicio.[/i]
[i]
¿Es usted Arturo Hambrán, conocido cómo "el loco"?[/i]
[color=#008e02]Sí, señor.[/color]
[i]¿Tiene usted estudios de alguna clase?[/i]
[color=#008e02]Aprendí las letras y a escribir mi nombre.[/color]
[i]¿Sabe sumar y restar?[/i]
[color=#008e02]Hay ciertas cosas que sí sé.[/color]
[i]¿Cómo se gana la vida?[/i]
[color=#008e02]Bandido.[/color]
[i]¿Tiene familia?[/i]
[color=#008e02]Una hija. Y una mujer insoportable.[/color]
[i]Entiendo. ¿Ha residido en alguna ocasión en el extranjero?[/i]
[color=#008e02]Nuestra más allá de las montañas de Noïd, cerca de la frontera, pero sin salir.[/color]
[i]¿Como parte de su forma de trabajo, usted asalta trenes en la línea que va a Syldavia?[/i]
[color=#008e02]Es correcto.[/color]
[i]¿Lo hace con la colaboración de otros?[/i]
[color=#008e02]Lo hacía, hasta que todos perecieron.[/color]
[i]¿Conocía a todos los miembros de ese grupo? [/i]
[color=#008e02]En mayor o menor medida, si.[/color]
[i]¿Asaltaron ustedes un tren syldavo en el que viajaban, entre otros, S.A.R. el príncipe Antuán de Syldavia?[/i]
[color=#008e02]Es correcto, sí.[/color]
[i]¿Quién decidió detener ese tren?[/i]
[color=#008e02]Fue una decisión conjunta.[/color] [color=#008e02]Yo los lideraba, pero funcionábamos como una asamblea[/color][i]
¿Fue casualidad que asaltaran ese tren en concreto, o alguien les había sugerido, pedido o encargado específicamente asaltar el tren real?[/i]
[color=#008e02]Fue un hecho fortuito.[/color]
[i]Cuando el tren se detuvo, ¿quién se bajó para dialogar con ustedes?[/i]
[color=#008e02]El Duque de Miramar. Iba acompañado por uno de los acusados: el general.[/color]
[i]¿Se identificaron ellos dos, ante usted?[/i]
[color=#008e02]Sí, como tales.[/color]
[i]Tengo entendido que el duque le invitó a subir al tren, ¿es correcto? Me invitó el príncipe.Antes de esa invitación,¿ ustedes habían exigido o intimidado a los ocupantes del tren?[/i]
[color=#008e02]Nada más allá de mostrarnos como un grupo de forajidos bloqueando vías de tren.[/color]
[i]¿Acudió usted sólo a la reunión? ¿Lo hacía en calidad de representante de todo el grupo de bandidos?[/i]
[color=#008e02]Exigí que hubiese, al menos, la misma cantidad de mis hombres que de guardias reales. Ellos me acompañaron.[/color]
[i]Al subir al tren, ¿quién se encontró en él?[/i]
[color=#008e02]El príncipe, el Duque de Miramar, el general, dos bellas doncellas (madre e hija), los guardias reales, mis hombres y, más tarde, un señor borracho que vino a darme vino.[/color]
[i]En ese momento, algún miembro de la comitiva le había informado de las intenciones de la misma, destino del viaje, motivos u otros detalles [/i]
[i]acerca de sus intenciones en Noïd?[/i]
[color=#008e02]Sí, señor. Todos son conocedores de a qué van a Noïd.[/color]
[i]¿Pero compartieron esos detalles con usted? Sobre el motivo u objetivo del viaje, me refiero.[/i]
[color=#008e02]Sí, pero no lo dije en mi declaración inicial. Sigo temiendo por la integridad física de mis seres queridos.[/color]
[i]Le interesa colaborar, Don Arturo. Podemos protegerles.[/i]
[color=#008e02]Lo sé, fiscal. Su majestad merece la verdad…[/color]
[i](Dubitativo)[/i]
[color=#008e02]Los Syldavos estaban muy interesados en establecer un puesto comercial para vender armas y suministros a Noïd.[/color]
[color=#008e02]Le recomiendo preguntar a los empresarios de la ciudad. Una posible guerra sería idónea para sus intereses.[/color]
[i]¿Le hicieron alguna propuesta a usted respecto a ese negocio?[/i]
[color=#008e02]Sí, señor.[/color]
[i]¿Quién? ¿Cuál?[/i]
[color=#008e02]El príncipe. [/color][color=#008e02]Solo me pidió colaboración, no aclaró más. Pero traicionar a mi patria era ofensa suficiente.[/color]
[i]Bien. ahora nos adelantaremos un poco en el tiempo. Tras la batalla, cuando le encontraron herido.[/i]
[i]El soldado que le capturó, se identificó en ese momento ante usted? ¿Iba solo? ¿Cómo vestía?[/i]
[color=#008e02]No se identificó. Estaba ido de la cabeza. Me llamó “Duendecillo del bosque†y prometió que en Clasema y Noïd cantarían mis gestas si me unía a ellos.[/color]
[color=#008e02]Tenía heces y sangre en la nariz y la boca.[/color]
[i]Usted declaró que ese hombre no estaba borracho, a pesar del olor alcohólico que dijo percibir. ¿Cómo lo supo?[/i]
[color=#008e02]No tenía dificultades para hablar, pudo volver al tren, sabía dónde encontrar provisiones… Estaba un poco ido, pero quien no[/color]
[i]¿Se identificó u otros le identificaron, al entrar en el vagón de tercera?[/i]
[color=#008e02]No, señor. Pero todos me vieron.[/color]
[i]¿Llevaba usted alguna prenda de ropa que disimulara su identidad de bandido?[/i]
[color=#008e02]Me consiguieron un uniforme militar.[/color]
[i]¿Reconoció usted a alguien en ese vagón?[/i]
[color=#008e02]Había perdido mucha sangre y tenía la vista nublada. Cuando recobre el sentido una señora me dio té caliente y me dijo que mi benefactor se llamaba Enrique.[/color]
[i]¿Era él quien le encendió un cigarrillo?[/i]
[color=#008e02]Creo que sí.[/color]
[i]Avancemos de nuevo en el tiempo.[/i]
[i]Una vez en la ciudad, ¿quién le dio instrucciones para obtener los extractos vegetales?[/i]
[color=#008e02]Uno de los pasajeros del vagón, cuidó muy mucho de que no pudiera reconocerle.[/color]
[i]¿Alguien fue testigo de esa conversación?[/i]
[color=#008e02]Había gente en el vagón. No podría acusar a nadie.[/color]
[i]¿Conoce la identidad de la persona que le facilitó el extracto?[/i]
[color=#008e02]Fue un intercambio ciego. Dejé unas monedas y recogí el paquete.[/color]
[i]¿En qué forma se encontraba el producto? ¿Cómo venía empaquetado? ¿Qué cantidad había?[/i]
[color=#008e02]En una caja de madera. Las dimensiones de la caja eran aproximadamente como mi antebrazo.[/color]
[i](El antebrazo del testigo es bastante corpulento)[/i]
[i]¿Vio[/i][i] a alguien en los alrededores de ese roble, cuando depositó el extracto?[/i]
[color=#008e02]Militares syldavos. No los vi antes.[/color]
[i]¿Ha tenido contacto con alguno de los miembros del cortejo syldavo, después de eso?[/i]
[color=#008e02]No. Hasta ahora.[/color]
[i]¿Desea añadir algo más a la declaración?[/i]
[color=#008e02]Quiero disculparme ante su majestad. Que se haga justicia y que ahorquen a todos los implicados.[/color]
[i]¿Se ratifica en lo mencionado en su anterior confesión?[/i]
[color=#008e02]Sí, señor. Fue Enrique. [/color]
[i]Y para que así conste, se firma y sella en la ciudad de Noïd.[/i][/quote]
#[b][size=4]Mientras tanto, fuera del juicio están pasando estas dos cositas...[/size][/b]
Una chica pasea tranquilamente por el mercado de Noïd. Parece algo pensativa y tiene la mirada bastante perdida. Como si hubiese salido para distraerse un poco de sus pensamientos. Esa tez y esa incofundible mirada la delata como una Botero para el hombre que la lleva siguiendo desde hace media hora. La sigue, espera su momento y se camufla entre las gentes.
Poco a poco va saliendo del mercado y cruzando por las calles aledañas, estas mucho más solitarias. De pronto, como una furia, el hombre se abalanza contra ella sosteniendo un pañuelo húmedo entre sus manos. Lo aprieta fuertemente contra su boca y nariz y la pobre chiquilla se desvanece.
Este aprovecha para arrastrar de ella unos metros e introducirla en un pequeño carromato que seguía a los dos a una distancia prudencial.
Efectivamente, como habrás podido deducir: se trata de Inés Botero. @security_bot
[b][size=4]En paralelo...[/size][/b]
Un guardia real sostiene entre su cinturón y su abdomen una daga afilada, de doble filo y hendidura. Un arma mortal de necesidad si se clava cerca de un gran vaso arterial.
El guardia es un tipo normal. Uno de esos hombres que acaban en el ejército por pura pobreza. ¿Dos comidas calientes diarias y prestar servicio en un lugar donde el invierno es menos crudo? El pobre llevaba alistado desde los 14. El problema es que Jacinto, que así se llamaba el pobre desgraciado, tenía ahora cuatro hijos varones que pronto correrían la misma suerte. Salvo que el largo periodo de paz que había precedido el comienzo de su servicio militar distaba enormemente de la situación actual, con una guerra en ciernes.
Un día, un tipo le ofreció una bolsita llena de monedas de plata a cambio de una misión sencilla y que, a cambio, no le pedía una traición demasiado importante a su país.
¿Cargar una daga y dejarla colocada en los aposentos de la comitiva syldava? Parecía más bien sencillo. Solo tendría que dejarla en algún lugar encondido como le habían dicho: bajo el lecho de una cama noble.
Y tiene planeado Jacinto, que se pasea con la daga por el palacio esperando pasar cerca de dichas estancias, donde otrora los syldavos descansaban, donde ahora no habitaba nadie.
Cuando por fin puso se coló en la habitación y lo dejó debajo del primer lecho que vio. ¿De quién será el lecho?
#Los secuestradores se han enterado de que Blanca ha ido corriendo al juicio. No pensaban que lo hiciera, así que han decidido amedrentarla.
Uno de los secuestradores rapa a tijeretazos en el pelo a Inés y lo introduce en una caja, junto a la siguiente nota:
[quote]Señora de Botero, nos ha hecho enfadar. Su intento desesperado de ayuda al príncipe, infructuoso como ve, ha dejado calva a su hija. Es la última advertencia, la próxima vez será una mano.
Convenza a Enrique de declararse culpable y acusar al general. Dígale al príncipe que ha encontrado a su hija y que su espectáculo dantesco respondía más a una madre preocupada que a la realidad.[/quote]
[quote]Cuando usted declare, afirme que fueron Enrique y el general.[/quote]
[quote]
Es el último aviso que le damos.[/quote]
[color=#c14700]1. Es usted el médico encargado de los cuidados de la familia real de Noïd, ¿verdad?[/color]
[color=#c14700]2. ¿Cuanto tiempo hace que visita a S.A.R. el príncipe?[/color]
[color=#c14700]3. En su informe, refiere una dolencia previa de S.A.R. Concretamente, una dolencia hepática. ¿Es eso correcto[/color][color=#c14700]? ¿Hace mucho tiempo que sufre ese problema[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]4. ¿Podríamos decir que, de forma general a pesar de esa dolencia mencionada[/color][color=#c14700], S.A.R. goza de salud en su día a día[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]5. Su diagnóstico en el momento de los primeros síntomas, fue de intoxicación con solaninas. Es decir, se envenenó con un componente químico presente en una planta de una especie concreta. ¿A día de hoy, tras ver la progresión de la salud de S.A.R., sigue apoyando ese primer diagnóstico[/color][color=#c14700]? ¿Hay alguna alternativa que pueda explicar esos síntomas[/color][color=#c14700], aún siendo menos probable[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]Usted apuntaba, en ese informe, que esa sustancia tóxica puede ser disuelta fácilmente en alcohol. Por algún extraño motivo, no se analizaron los restos de vino que estaba tomando S.A.R. En un primer momento, se dio por sentado que el envenenamiento fue a través de ese vino, pero usted apuntaba a que el momento del envenenamiento debió ser entre 6 y 8[/color][color=#c14700] horas antes de los síntomas. Entonces, el veneno debió ser suministrado mucho antes de que se tomara esa copa.[/color]
[color=#c14700]6. ¿Doctor, de qué otras formas puede suministrarse ese veneno?[/color]
[color=#c14700]7. ¿Esa sustancia tiene algún uso, a parte de cometer magnicidio? Medicina, industria química, tintes...[/color]
#El capitán estaba bastante nervioso ante lo que tenía que decirle a la señora de Botero. Se le caían algunas gotas de sudor por la frente y buscaba desesperadamente la brisa del mar.
[quote]Señora, he de informarle de aquello que vi cuando rescatamos a su hija. He de advertirle que la información que le voy a proporcionar va a afligirla personalmente.[/quote]
Carraspeó brevemente y se inclinó levemente hacia la señora de Botero.
[quote]Su hija mantuvo relaciones íntimas con sus captores. [/quote]
#1. Sí, señor. Gozo de la confianza de Su Majestad.
2. Soy el galeno de la familia real desde hace dos décadas. He asistido a S.A.R el delfín de Noïd desde su niñez.
3. S.A.R es un gran aficionado a la escalada. En su juventud cayó, un desgraciado accidente, donde se rompió dos costillas y laceró su hígado. Sin más consecuencias posteriores. A día de hoy está completamente curado.
4. Se trata de un joven atlético y en forma. Su salud siempre ha sido muy buena.
5. Antes de las pruebas en laboratorio se barajaron otras opciones. Pero la cromatografia en papel fue clara: S.A.R fue envenenado con solaninas. No hay más opción.
Efectivamente: cualquier licor hubiera podido disolver las solaninas y envenenar así a S.A.R. Mucho me temo que no encajarían las pruebas con la teoría del veneno en el vino o el ron, pero no se analizó el vino de su habitación. A fecha de hoy no conozco cómo fue envenenado.
6. Vía oral y cutánea. La piel absorbe la sustancia muy rápidamente.
7. Es comúnmente usado como fungicida. Su polvo, tratado adecuadamente, puede ahuyentar el moho.
Si me permite, señor fiscal, me gustaría aclarar que en un primer momento acusé a Clasema de ser responsable del atentado porque allí crecen las plantas que producen solaninas. Mas a día de hoy, no tengo clara esta circunstancia. Asistí a una recepción en la noche de autos y vi muy interesada a la delegación Syldava con vender un barco de guerra a nuestra nación y a hacer negocios en general. Le sugiero que continúe la investigación.
#Bufonente con gesto serio miró fijamente al galeno y comenzó su interrogatorio:
[size=4]Señor Smith-Page, espero que sus aseveraciones científicas no sean tan volátiles y como sus conjeturas sobre quien puede ser el autor del crímen, pues ya vemos que estas cambian según no sé qué intereses pero es claro que intentan dirigir al fiscal sugiriendo cosas, cosa que por otro lado no le hace falta pues ya hemos visto que imaginación le sobra. Usted aquí es un testigo y debe responder únicamente a lo que se le pregunta. [/size]
[size=4]Responda si es tan amable:[/size]
[size=4]Dice que no hay duda del veneno. Son solaninas. No dice que se transmite por la bebida o por el contacto con la piel, lo cual inculpa a cualquiera de los camareros y sirvientes que hayan dado bebida al príncipe, o a cualquiera que se haya acercado a él y le haya frotado el veneno.[/size]
[size=4]1 ¿Cree que es posible que alguien le frote el veneno al príncipe y este no se entere?, ¿Actúa rápido ese veneno?[/size]
[size=4]2 ¿El veneno puede suministrarse en cualquier tipo de bebida o hay algunas más aconsejables que otras?[/size]
[size=4]3 ¿Podría el príncipe haber notado un sabor raro de esa bebida que le desaconsejase continuar bebiéndola?[/size]
[size=4]4 ¿Descarta completamente que el veneno pueda transmitirse también por la comida?[/size]
[size=4]5 Insisto en la pregunta del fiscal. ¿Por qué motivo no mandó analizar la copa de vino encontrada en la habitación del príncipe ya fuera para confirmar o descartar esa vía y no venir aquí ahora a decir que no tiene ni idea de cómo se produjo el envenenamiento?[/size]
[size=4]6 Es obvio que su actuación y sus declaraciones van más allá de lo estríctamente médico. ¿Qué intereses tiene usted a favor o en contra de Syldavia y a favor o en contra de Clasema y por qué?[/size]
#El doctor aclaró elegantemente que el hecho de que el veneno pudiera absorberse de forma oral o cutánea no inculpaba a camareros o sirvientes. De por sí, no inculpa a nadie. Termino con un: “he hecho una conjetura al fiscal para decir todo lo que séâ€.
1. Una dosis letal requeriría algo menos de medio gramo. No sé si están familiarizados con el sistema internacional de unidades. No sé si es posible untar la piel de alguien sin que se entere. El veneno tarda entre 6 y 24 horas en actuar.
2. Aquellas con mayor graduación alcohólica disuelven mejor el veneno.
3. Se trata de una sustancia muy amarga. Sí, tuvo que darse cuenta.
4. El príncipe se hubiese dado aún más cuenta, pues el polvo blanquecino no se hubiese mezclado con la comida.
5. Yo no soy policía, letrado. Soy un sanador que entra en una situación de pánico, con un paciente al borde de la muerte. A posteriori es fácil juzgar. En la noche de autos la prioridad era mantener a S.A.R con vida.
6. Yo soy un Galeno noïdita. Un hombre sin ambiciones políticas. Pero es innegable, creo que para todos los noïditas, llegar a la conclusión de que una delegación extranjera visita nuestra pacífica nación y se produce un magnicidio es, como mínimo, sospechoso.
#[color=#c10300]Guardaos estas monedas en pago del servicio de vuestros hombres, y por la debida discreción sobre los detalles. Decidme: ¿Alguno de esos malnacido salvó la vida?[/color]
#[quote]Todos muertos — dijo el capitán — más tenga cuidado, señora, pues puede que la simiente de estos malnacidos esté en el vientre de su hija. @security_bot[/quote]
Señoría, tras el testimonio del galeno, podemos sacar algunas conclusiones:
Que el veneno probablemente se le administró en un espacio de tiempo entre la cena del día anterior, y pocas horas después de llegar la delegación syldava. Esa poca ventana de tiempo, implica que necesariamente hubo una minuciosa preparación, para poder hacerse con el veneno y lograr la forma de hacérselo llegar a S.A.R. en tan poco tiempo. Con toda probabilidad, hay más cómplices que no hemos logrado llevar hasta este tribunal.
Que la dosis fue de una cantidad letal. En caso contrario, una persona menos sana que S.A.R. y sin pronta asistencia médica, con toda seguridad hubiese fallecido. Es decir: había intención letal.
Que el veneno podía proceder de un establecimiento o almacén de limpieza especializado. La presunción de una maniobra clasema pierde fuerza, ante la posibilidad de ser un crimen más común.
Que el vino o la comida no fueran una vía de envenenamiento probable, nos obliga a buscar otras formas en que se le pudiese administrar la sustancia a S.A.R.
Para profundizar en esta última cuestión, llamo a declarar al guardia de los aposentos de S.A.R.
#[color=#c14700]Buenas tardes, don Patricio. Recuerde que está bajo juramento, y en cumplimiento del deber cómo servidor de Su Majestad.[/color]
[color=#c14700]1. ¿Puede usted decirle al tribunal su graduación y antigüedad en el puesto de guardia en las dependencias de S.A.R.?[/color]
[color=#c14700]2. Se encontraba usted de guardia en el momento en que se dio la alarma en palacio, a raíz del envenenamiento de S.A.R. ¿Cuando había empezado usted esa guardia?[/color]
[color=#c14700]3. ¿Podría decirnos, lo que hizo S.A.R. durante el tiempo que usted estuvo de guardia?[/color]
[color=#c14700]4. ¿Los accesos a los aposentos de S.A.R. estaban controlados? ¿Había otras formas de entrar? Puertas de servicio, balcones, etc.[/color]
[color=#c14700]5. ¿Que usted sepa, estuvo S.A.R. en contacto, a parte de ese vino, con otros alimentos, bebidas, ungüentos, polvos, etc.? [/color]
[color=#c14700]6. ¿Quién acudió a los aposentos de S.A.R. o se acercó a él, durante su guardia?[/color]
[color=#c14700]7. ¿Vio usted alguna persona sospechosa merodeando por el palacio, durante ese día?[/color]
[color=#c14700]8. ¿Le ordenó alguien que investigara las el atentado? ¿Recogió alguien pruebas en el lugar del crimen? ¿Accedió alguien a los aposentos, después de S.A.R. fuera atendido?[/color]
[color=#c14700]9. ¿Vio usted a S.A.R. contrariado, preocupado o de un humor en concreto, ese día?[/color]
#1. Sí, señor. Aquí el capitán de la Armada Patricio Andrade. Desde hace un lustro tengo el honor de formar parte de la guardia real. Actualmente asignado a la protección de S.A.R el delfín de Noïd.
2. Las guardias duran 24 horas, señor. Había empezado 12 horas antes del hecho enjuiciado.
3. Pasó la mañana en la alcoba. Tomó un baño, descansó un poco y estuvo leyendo. Mi guardia, hasta el momento del hecho, fue muy tranquila.
4. Todos los accesos están custodiados, señor. No hay forma de entrar ahí dentro si no es sobre mi cadaver.
5. Como he dicho, tomó un baño. Supongo que estuvo en contacto con sus sales de baño y su jabón. Tomó vino, pero no me consta que comiera nada.
6. Dado el aviso Su Majestad mi rey, el Doctor y S.A.R el príncipe Antuán. Antes, nadie salvo yo.
7. En la cantina escuché rumores sobre la delegación syldava y sus paseos por los jardines de palacio. Pero solo son habladurías, no vi nada.
8. Soy guardia, no investigador. Seguí atendiendo mis funciones, que son proteger la alcoba y a mi señor que sigue postrado en la cama. Nadie me lo ordenó.
9. No, aunque antes del hecho manifestó mareos y náuseas. Tras su baño.
#Bufonete tomó la palabra de nuevo y con mirada incisiva preguntó:
De modo que nadie entró en la habitación. Por tanto, el veneno ya estaba dentro.
1 ¿Quién hizo la guardia antes que usted?, ¿Sabe si esta persona vio entrar a alguien?
2 De no haber entrado nadie, parece que el veneno estaría en la copa que nunca se analizó o en las sales de baño, que tampoco consta que se hayan analizado. ¿Quién llevó la copa de vino?
3 ¿Dónde fueron adquiridas esas sales de baño, por quién, y quién y cuando las dejó en la habitación si no fue la misma personaa?
4 Dice que el turno dura 24 horas. Eso es mucho tiempo. ¿Cómo hizo para mantenerse despierto las 24 horas?, ¿Cabe la posibilidad de que usted, negligentemente haya echado una cabezada?
#[color=#c14700]Señor, está usted acusado de magnicidio ante este tribunal.[/color]
[color=#c14700]1. ¿Conspiró usted para atentar contra S.A.R. el príncipe heredero de Noïd?[/color]
[color=#c14700]2. ¿Conspiró usted para causar daños a algún miembro de la realeza?[/color]
[color=#c14700]3. [/color][color=#c14700]¿Con qué propósito concreto se aventuró a este viaje[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]4. Qué negocios tiene usted?[/color]
[color=#c14700]5. ¿Entonces, es correcto que una eventual guerra entre Noïd y Clasema le beneficiaría cómo empresario?[/color]
[color=#c14700]6. ¿Con quien ha tenido contacto, desde su llegada a la ciudad de Noïd hasta el incidente[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]7. ¿Que estuvo haciendo en palacio, y en compañía de quien, desde la recepción hasta la hora del incidente[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]8. Después de la alarma en palacio, usted abandonó el edificio, mientras casi todos sus compatriotas se quedaron. ¿Por qué lo hizo[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]9. ¿Con quien se vio entre el momento que abandonó palacio y cuando volvió?[/color]
[color=#c14700]10. Volviendo al viaje: ¿En compañía de quien viajaba[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]11, ¿Abandonó su compartimento en algún momento[/color][color=#c14700]? ¿Dónde fue[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]12. De su declaración se desprende que usted aspiraba a ocupar la figura de heredero al trono syldavo. ¿Es correcto[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]13. ¿Que otros pretendientes destacados había[/color][color=#c14700]? ¿Podemos suponer, que por lo tanto, había cierta rivalidad al respecto[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]14. ¿Había[/color][color=#c14700] visto usted[/color][color=#c14700] a D. [/color][color=#c14700]Arturo, antes de que subiera al tren para parlamentar con S.A.R?[/color]
[color=#c14700]15. Testigos en ese compartimento me han comunicado que la actitud de usted[/color][color=#c14700] hacia Arturo, a pesar de que venía a exigir rescate a cambio de no asaltar el tren, fue amistosa. ¿Es así[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]16. ¿Tras el fracaso de las negociaciones, alguien del tren dio orden de atacar a los bandidos[/color][color=#c14700]? ¿Quien?[/color]
[color=#c14700]17. ¿Cuando se produjo la batalla, quien estaba a cargo de los hombres de S.A.R.? ¿Cual era su cometido en la misma[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]Usted declaró, con anterioridad a los hechos, que Arturo se le había escapado tras la batalla, siendo este extremo desautorizado por usted mismo en declaraciones posteriores al atentado, tras un muy conveniente tiempo alejado de palacio y de sus compañeros de viaje.[/color]
[color=#c14700]18. ¿Entonces, usted es un cobarde, un traidor o un embustero? ¿Acaso las tres cosas[/color][color=#c14700]?[/color]
[color=#c14700]Perdón,[/color][color=#c14700] señoría. R[/color][color=#c14700]etiro la pregunta.[/color]
[color=#c14700]Por vuestra propia declaración, faltasteis a vuestro deber con vuestro monarca, por vergüenza. Reconocéis, por lo tanto, ser un traidor. No resulta nada extraño, más al contrario, algo conveniente para vos, ese desliz de mantener en secreto la presencia de un peligroso bandido que[/color][color=#c14700] ya se había lazado en armas contra la persona de vuestro príncipe, arriesgando la vida de vuestro monarca en el riesgo de sufrir un nuevo atentado desde dentro de su propio tren. Por ello, sois culpable de cometer magnicidio en grado de tentativa contra S.A.R. el príncipe Antuán de Syldavia.[/color]
[color=#c14700]19. ¿Lo reconocéis?[/color]
[color=#c14700]Solicito al tribunal un breve receso tras estas preguntas, antes de seguir con más preguntas para el acusado.[/color]
#[color=#c14700]¿Esto es un juicio, o una reunión de la oficina de seguridad interior del reino?[/color]
[color=#c14700]A D. Arturo no se le acusa de magnicidio, así que solicito a su señoría que no sea tenido en cuenta ni conste en acta toda esta farsa de la defensa.[/color]
[color=#c14700]Es grotesco que la defensa meta con calzador una declaración del acusado, disfrazada de prieba primero, y de pregunta después, cuando estamos en el turno de argumentación de la fiscalía. [/color]
[color=#c14700]¿Acaso es posible que un acusado sea asaltado en la calle, mientras está bajo custodia judicial reo de magnicidio?[/color]
[color=#c14700]¿Es toda esa declaración una mera maniobra de propaganda basada en absurdas contradicciones, o es que es tan grande la corrupción en la organización judicial que un preso enjuiciado es libre de abandonar el juzgado a voluntad?[/color]
[color=#c14700]Obviamente, nos oponenos a que sean admitidas pruebas buscadas al dictado de la defensa, fuera de la investigación oficial y sin unas mínimas garantías. Señor Bufonete, ni estamos instruyendo la investigación, ni es usted el fiscal.[/color]
Estimada señoría, le hago llegar esta carta con la esperanza de que me libre de la zozobra y el terror y atenaza mi corazón. Hace escasos minutos Arturo Hambran y dos de sus matones me han asaltado a las afueras del juzgado y me han querido extorsionar para lograr sus objetivos, que no son otros que asesinar a su majestad real el rey de Noïd e iniciar una confrontación a gran escala entre nuestros países.
Señoría, me temo que mi vida de libertinaje y ebriedad ha dado a entender a estos sujetos que soy un ser vil y repulsivo como lo son ellos y que a cambio de unas monedas estaría dispuesto a participar de sus fechorías, pero le juro que esto no es verdad. Es cierto que he disfrutado del alcohol y las mujeres más de lo que sería aceptable, pero he hecho propósito de enmienda y hace días que no pruebo el alcohol. Yo no soy una mala persona señoría, no sería capaz de hacer daño intencionadamente a nadie, es cierto que he estado perdido pero jamás, jamás, hice mal alguno a nadie. Solo quiero que toda esta pesadilla termine y que me dejen volver a mi amada Syldavia donde pienso convertirme en un ciudadano de bien.
Adjunto a esta carta encontrará usted un detallado mapa del palacio en el que han incluido información sobre donde sería más posible atacar a su majestad, además me han indicado que hay un arma con la que podría cometerse el crimen escondida en la habitación de uno de los invitados de Syldavia, el lugar está igualmente marcado en el mapa.
Entiendo que será difícil para usted creer la palabra de un bufón y un borracho como yo, pero para que vea hasta que punto estoy arrepentido de mis actos previos no me importa si para expiarme tengo que acabar con mis huesos en la cárcel. Solo quiero que está pesadilla termine.
Federico Falete Froilan de Syldavia y Dos Santos Dolores de Barrigón-Orujo
El magistrado Tino Bizán, tras ordenar un receso de quince minutos, se entrevistó con el encargado de la investigación al servicio del fiscal quien le aseguró "que no había peligro de investigar pues nada se iba a encontrar".
En los más agonizantes minutos de su vida, Tino contempló los grandes problemas que tenía enfrente. La investigación había sido excesivamente corta, probablemente a propósito, con el objetivo de encarcelar rápidamente a los acusados sin darles grandes oportunidades. El Estado quería encarcelarlos. Probablemente su propia supervivencia dependía de una sentencia condenatoria. Al mismo tiempo, una sentencia condenatoria fácilmente apelable, o que fuera fácil de criticar ante la comunidad internacional, haría que su rey o incluso su nación fuese perseguida por tratar de acosar a ciudadanos extranjeros, fuesen culpables o inocentes, con un proceso falto de garantías.
Don Tino Bizán volvió a la silenciosa sala y argumentó:
La celeridad de esta investigación y proceso ha perjudicado gravemente la provisión de las debidas garantías procesales. Una vez la vida de nuestros altos mandatarios es segura, está en juego la buena imagen de nuestra nación y de la más suprema Corona que la regenta. La instrucción de una investigación insuficiente y un proceso sin garantías, independientemente del sentido de la sentencia, puede acabar por devaluar la buena imagen y nombre del monarca y su nación ante las demás naciones y servir para la justificación del menosprecio de nuestras autoridades e instituciones y favorecer abusos frente a nuestro Estado.
Por lo tanto, mediante el siguiente auto judicial se detiene el proceso judicial con el único objetivo de instruir con la máxima autoridad que proviene de este Tribunal, la investigación de la viabilidad y realidad de las pruebas aportadas por la defensa. El fiscal rendirá cuentas a esta Sala a la mayor brevedad y como muy tarde se le oirá en tres días. Deberá asimismo informar a la defensa de sus averiguaciones y seguir los protocolos legales para la investigación que son oportunos y de Derecho.
Golpeó entonces con el mazo y se levantó sin escuchar ruegos ni preguntas de ninguna fuente.
#D. Severo de Narices, Gran Fiscal de Noïd, en ejercicio de la acusación en el caso "Noïd contra de Todos los Santos, el Minero y Khan", como más procedente sea en Derecho ante el Juzgado comparezco y [b]DIGO[/b]:
Que por medio del presente escrito formulo solicitud de [b]RECUSACIÓN[/b] del Ilmo Sr. Magistrado D. Tino Bizán con fundamento en los siguientes [b]MOTIVOS[/b]
[b]PRIMERO[/b].- De la causa de la recusación Que entendemos que en el Ilmo Sr. Magistrado D. Tino Bizán puede concurrir tres de las causas establecidas en el ordenamiento jurídico, concretamente las siguientes:
PRIMERA.- Tener interés indirecto en la causa, manifestado durante el juicio intereses en la causa más allá del estricto cumplimiento de la legalidad y su función judicial. A efecto de prueba, se remite al escrito del Magistrado en el proceso del juicio: "Una vez la vida de nuestros altos mandatarios es segura, está en juego la buena imagen de nuestra nación y de la más suprema Corona que la regenta. La instrucción de una investigación insuficiente y un proceso sin garantías, independientemente del sentido de la sentencia, puede acabar por devaluar la buena imagen y nombre del monarca y su nación ante las demás naciones y servir para la justificación del menosprecio de nuestras autoridades e instituciones y favorecer abusos frente a nuestro Estado."
SEGUNDA.- El ejercicio de funciones de Juez de Instrucción de la causa, figura incompatible con la de Tribunal en el juicio de la misma causa. A efecto de prueba, se remite al escrito del Magistrado en el proceso del juicio, en el que ordena la reapertura de la investigación con el juicio en fase de vista oral, bajo su propia tutela: "Por lo tanto, mediante el siguiente auto judicial se detiene el proceso judicial con el único objetivo de instruir con la máxima autoridad que proviene de este Tribunal, la investigación de la viabilidad y realidad de las pruebas aportadas por la defensa. El fiscal rendirá cuentas a esta Sala a la mayor brevedad y como muy tarde se le oirá en tres días. Deberá asimismo informar a la defensa de sus averiguaciones y seguir los protocolos legales para la investigación que son oportunos y de Derecho."
TERCERA.- De la actuación con manifiesta falta de imparcialidad, cómo demuestra el distinto sentido los autos resueltos, en función de cual de las parte que presenta sendas peticiones, sin un mismo criterio objetivo. A efecto de prueba, se remite al auto denegatorio sobre la petición de la inclusión de un nuevo testigo por parte de la acusación, y al auto aprobatorio de la admisión de una declaración ex parte de la defensa en el sumario de la causa, fuera de plazo,y posterior inicio de investigaciones, también fuera de plazo. Ambos hechos recogidos en la transcripción de la causa.
[b]SEGUNDO[/b].- De la legitimación y la interposición en plazo. Esta parte se encuentra legitimada para solicitar el presente escrito por tratarse de la parte demandante, de conformidad con la Ley. Asimismo, se presenta este escrito en el momento de conocerse los hechos que lo motivan, acorde con la Ley.
Por todo lo expuesto, [b]SOLICITA[/b]:
[b]PRIMERO[/b].- Que de conformidad con lo previsto en Derecho, se tenga por recusado a D. Tino Bizán y acuerde de conformidad.
[b]SEGUNDO[/b].- Que se anulen las decisiones procesales de la causa no conformes a Derecho, expuestas en el presente escrito.
Noïd, 9 de Marzo de 1824
Severo de Narices
Gran Fiscal de Noïd
[i]OFFROL:[/i]
[i]¿ @Chiribito te adhieres a la recusación?[/i]
[i]¿ @Byzantium la aceptas? En caso contrario habrá que llevarla ante el rey.[/i]
#El Rey de Noïd se hizo cargo de la recusación del magistrado y conminó a las dos partes del proceso a tener una reunión en una de las salas del gran Palacio Real de Justicia.
Después de todo lo que necesitaba el Rey era un culpable y sabía que entre alegatos y testigos se estaba perdiendo el norte del procedimiento, que era castigar al o a los culpables de haber envenenado a su hijo.
Preguntó, ya en el despacho, a Severo y a Bufonete:
[quote]Señores… creo que ya hemos visto en el juicio que se trata de un caso complejo y que además tiene pocas probabilidades de acabar con una serie de hechos probados.
Creo que lo mejor para mi Reino y el de Syldavia es que uno de los reos sea condenado y ahorcado en la plaza liberando a los dos restantes de todo cargo.
¿Creen señores que eso sería una solución aceptable? En caso afirmativo, señor fiscal, ¿quién debería ser el culpable?[/quote]
. @chiribito @security_bot
#Por decreto real, el Rey de Noïd ha sentenciado a muerte y destierro perpetuo al General Khan y a Froilán, condenando así su traición y deslealtad a la corona.
En virtud de la ley que establece las graves consecuencias del magnicidio contra la Corona, el Rey de Noïd decreta la condena a muerte por ahorcamiento para cualquier individuo hallado culpable de este despreciable acto, así como para aquellos que hayan participado en su planificación, ejecución o encubrimiento, en aras de preservar la seguridad del Estado y la estabilidad monárquica.
Enrique ha sido encontrado culpable de todos los delitos tipificados en la ley contra el magnicidio de la Corona. Se le acusa de haber perpetrado con premeditación y alevosía un intento de magnicidio contra la persona del Rey, su heredero, la Reina y los infantes del reino. Se ha demostrado su participación directa en la planificación y ejecución de este abominable crimen, lo que lo convierte en un peligro para la seguridad del Estado y la estabilidad de la Corona. Por lo tanto, Enrique enfrenta la sentencia de muerte por ahorcamiento, conforme a lo establecido en la ley.
Aunque no se han encontrado pruebas concluyentes que vinculen directamente al General Khan y a Froilán con el intento de magnicidio contra la Corona, existen indicios que sugieren su posible complicidad en el acto. Por precaución y en aras de salvaguardar la seguridad del Estado, se ha decidido desterrarlos de Noïd. Cabe destacar que, dado el peligro potencial que representan, tanto el General Khan como Froilán serán considerados objetivos de ataque si son interceptados por el ejército, como medida de protección adicional para la Corona y sus intereses.
Por último, se les concede un plazo de 24 horas para abandonar voluntariamente el territorio de Noïd. Si al término de dicho plazo no han abandonado el reino, serán considerados como prófugos de la justicia y serán apresados de por vida o eliminados, enfrentando las consecuencias legales correspondientes a su negativa de acatar la orden de destierro.
#En la bulliciosa plaza de Noïd, bajo la mirada implacable del Rey y con el murmullo de la multitud como telón de fondo, Enrique el minero fue conducido al patíbulo.
Su destino: ser ajusticiado por el cargo de magnicidio que pesaba sobre él. Ante la mirada expectante de la masa, se leyeron los cargos, resonando un abucheo tras cada silencia por parte del funcionario que leía a viva voz los cargos.
Pero en medio del silencio sepulcral que siguió, Enrique alzó su voz por última vez. No para clamar su inocencia o para maldecir a sus verdugos, sino para enviar un mensaje de amor.
Sus palabras, cargadas de dolor y pasión fueron:. "Inés, mi dulce amor, aunque la muerte nos separe, que estas palabras encuentren su camino hacia tu corazón. En cada latido mío, en cada suspiro, en cada pensamiento, estarás presente. Que nuestro amor perdure más allá de esta vida efímera."
Y con esas palabras, el cruel destino de Enrique se consumó. La cuerda se tensó, el eco de su último suspiro se desvaneció en el aire. Una vez muerto, fue decapitado. Su cabeza cayó rodando al suelo. Fue recogida por el verdugo y mostrada a la plaza, que gritaba de júbilo.