Las tropas del Condado de Río (soldados franceses, en su mayoría) avanzaron durante todo un día a marchas forzadas para llegar a Marogrado (como la llamó el Duque Leandro) antes que las tropas reales y asegurar la rendición de la ciudad.
El Conde, que sabía que la contienda sería dura, pero que el Condado no podía quedar desprotegido, mandó a 3000 soldados franceses volver a Riodulce (la capital del condado) para asegurar la defensa del Condado. Comandados por Pascal de Chateneuil, un general veterano de las guerras anglofrancesas, tendrían grandes posibilidades frente a los Poleses.
Cuando desde las murallas los vigías vieron a los casi 7000 soldados (infantes, caballeros y artilleros) aproximándose a la ciudad, sumando el secuestro del Duque Leandro, el clima de la ciudad pronto desembocó en el caos. El pillaje, la violencia y la desesperacion por asegurar víveres convirtió por unas horas la ciudad en un infierno.
El Conde Eduardo lo sabía (en este crónica se le llama Conde en tanto que guarda algún poder residual, porque ya no lo era) y sabía que era crucial tomar la ciudad en este instante para volver a instaurar La Paz. Eduardo dividió sus tropas y la artillería a través de las cuatro puertas de la ciudad.
Eduardo sabía que tirar la muralla era difícil, pero que el atronador sonido día y noche de los cañones contra sus muros iba a ser infernal para los habitantes; cuya moral iría bajando paulatinamente. Eso, unido al hecho de que en torreones hechos de madera como de diez pisos de altura y protegido por maderas había un soldado con un cuerno y otro con un trozo enrollado de metal para elevar el volumen de su voz. Gritaba:
[quote]Rendir la ciudad al Conde Eduardo no es perder, es devolver al Duque Eltomash aquello que fue y es suyo. Suyo y de sus hijos. Nada tenéis que tener a Eduardo
Todo aquel que desee venir con nosotros y comer un buen estofado no tiene más que salir por la puerta.[/quote]
Las primeras horas nadie salió. Por las salidas y pasadizos un goteo pequeño de gente salía con cierta duda y miedo, pero muy pocos. Pero la moral caía con cada deserción.
El golpe de gracia para desmoralizar los soldados fue ver al Duque Leandro vestido de mujer frente a las murallas, en un torreon de madera hecho a tal fin. Allí, maquillado, con los labios rojos y drogado con adormidera fue obligado a bailar, y los soldados, estupefactos, bajaban los arcos y miraban atónitos.
Y seguían los bombardeos.
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#Eduardo se negó en rotundo a una derrota tan humillante. Exigió un salvoconducto y una rendición honrosa para el Ejército francés y el suyo propio, y a cambio se comprometió a liberar a Leandro, a entregarse personalmente y a renunciar a cuantas dádivas emanasen de su condición de noble.
También mandó a los artilleros dirigir los cañones hacia el ejército realista y reabastecerse de todo cuanto necesitasen para lanzar un ataque relámpago.
Si el Rey quería humillar a Eduardo, eso se convertiría en una carnicería.
#Se hallaba el Rey en su tienda firmando una real cédula para otorgar a la Ciudad del Mar, mediante privilegio real, el título de Muy Leal y Muy Noble Ciudad, cuando, presto, hizo acto de presencia un bajito personaje, que portaba un paño blanco.
Cuando notificaron a Su Majestad de la decisión de Eduardo de rendirse, y al ver que las tropas enemigas entregaban sus armas, este ordenó a sus fieles soldados que descansaran. La batalla había terminado, y se había saldado con una satisfactoria victoria frente a los traidores y títeres del vil francés.
El otrora Conde quería parlamentar y rendirse en persona, según le había informado un emisario muy afrancesado. Don Alester, pese a las reticencias naturales que una persona como Eduardo @Eltomash provocaba, aceptó, con una única condición.
Primero, el ex conde debía entregar, sano y salvo, al joven Duque de Miramar, D. Leandro @Lector. Luego, al aire libre, el Rey aceptaría su rendición.
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#FDP: @Theomore ¿Como hacemos esto? Se supone que esos 3000 soldados deben encontrarse de camino con mis quince goletas y recibir cañonazos a diestro y siniestro
#[b]MODERADOR:[/b] Las tropas del otrora Conde de Rio, enviadas por este último a Riodulce, se encuentran en su camino con las tropas del barón de Isla. Sus quince goletas atacan a las tropas francesas, que sufren importantes bajas, teniendo en cuenta que no esperaban tropas reales. Las tropas francesas se atrincheran y se produce un combate.
#Su Majestad, que desconfiaba sobremanera del otrora Conde, exigió antes de reunirse con él la liberación del joven Duque, D. Leandro @Lector de Tudolor-Trastocada y la rendición de los generales y capitanes poleses, que deberían entregar sus armas.
Entonces -y sólo entonces- se dignaría el Rey a hablar con el traidor Eduardo @Eltomash para negociar los términos de su rendición.
#Mientras el vil Eduardo hacía bailar al Duque vestido de mujer, Su Majestad el Rey se asomó a lo alto de uno de los montes que presidían la depresión dónde se hallaba la Ciudad del Mar, la más grande villa del sur. Sus impresionantes murallas brillaban con el sol de la mañana, igual que las armaduras de los soldados presentes en el campo de batalla. El Rey suspiró, consciente de que esta era, sin lugar a dudas, la más importante de su reinado: la independencia de Polesia estaba en juego.
Le acompañaban 5.250 soldados y 10.000 campesinos, procedentes de Norita y el Maestrazgo. La enseña real y la de los Fredonia volaban al viento, ante la atenta mirada de los soldados franceses que allí se hallaban, esperando las órdenes del traidor Eduardo, más preocupado en humillar al joven Duque de Miramar que en la batalla. La llegada del Rey moralizó nuevamente a las tropas que se encontraban dentro de las murallas de Ciudad del Mar. Dentro de la villa había 2.000 hombres, atrincherados en posición defensivas. Los arqueros estaban en disposición de disparar, en cualquier momento.
Por el lado oeste de la pradera miramarense, en el lado opuesto al monte dónde se encontraban las tropas reales y de la casa de Fredonia, aparecieron 4.500 hombres, portando en emblema de los Tudolor-Trastocada y del Ducado. El traidor Eduardo @Eltomash y sus 7.000 hombres se encontraban prácticamente rodeados y, teniendo en cuenta el valor defensivo de la ciudad, estos tenían pocas posibilidades de salir de ahí con vida. Todo dependía del otrora Conde, en cuyas manos estaba el destino de la contienda miramarense.
El Rey, entonces, dio un paso al frente y, con un grito pelado, se dirigió a su hermanastro:
— ¡Eduardo! —gritó el Rey desde lo alto del pequeño monte— Tu pequeña rebelión ha terminado. No tienes ninguna posibilidad de ganar o salir de aquí con vida. En honor a tu Fe, libra a todos estos hombres de una innecesaria batalla. Morirás como un traidor, pero al menos muestra tener cierta dignidad. Tu padre no querría nada de esto, y lo sabes. Te doy 15 minutos para que reflexiones. De lo contrario, la ira de las tropas caerá sobre ti y tus tropas francesas, de las que eres un simple títere —prosiguió el Rey, deseando la rendición de Eduardo—.
#El Conde se esperaba la llegada del Ejército realista a Marogrado, pero no esperaba que fuese el propio rey el que comandara sus tropas. Ver al monarca, ataviado con su montura y su preciosa (y poco usada) armadura asombró a sus propias tropas.
Alester I es un rey intelectual, calculador, ambicioso y audaz, pero no un guerrero. Había crecido en Norita, lejos de cualquier pelea y había estudiado y leído más que ninguno. Eduardo sabía que el Rey no era un general, aunque estuviera bien acompañado.
Detrás de sus 5250 soldados profesiones había 10.000 campesinos nada acostumbrados a la lucha que, cobardemente, habían puesto en la vanguardia.
La posición de Eduardo era mala: situando la ciudad y teniendo que cubrir la retaguardia. Sabía que podía perder innumerables hombres tratando de defender ambos flancos. La posición era mala, y como Eduardo no era un suicida, decidió urdir un plan macabro.
[b]Llamó al Maestre de Alquimia del Condado y le pidió que diese un ungüento con el que untar una cuchilla. Lo suficiente como para colocarla entre sus dedos sin que se viene y rozar la mano del Rey, cuando hincara rodilla al besársela. Un ungüento mortal.[/b]
Dado que no sabía si el Rey accedería a tal cosa, decidió simular que se rendía para alcanzar el campamento del Ejército enemigo. Allí, el aún hijo de un Gran Duque, no iría esposado como un vulgar criminal, sino con los honores que se espera del que un día fue Grande de Pol.
Mandó a su Capitán General y le comunicó que debía de ir a la zona entre las líneas enemigas con una banderola del Reyno y comunicarle al representante del Rey que Eduardo iba a rendirse. Pero que a cambio exigía poder rendirse ante el Rey y nada más que el Rey.
#El Rey Alester no estaba dispuesto a negociar bajo el chantaje de cañones apuntando hacía sus tropas. Al constatar Su Majestad que la voluntad de rendición era una burda estrategia para ganar tiempo, este ordenó el ataque a las tropas francesas que comandaba el traidor Eduardo @Eltomash.
La ofensiva realista se dividiría en tres fases distintas:
I. Ofensiva desde las murallas de Ciudad del Mar. Los arqueros dispararían una lluvia de flechas sobre los 7000 hombres franceses. De ser efectiva, esta ofensiva debería obligar a los franceses a buscar posiciones defensivas. Las goletas de Bradduk @kendel de Isla apoyarían la ofensiva con su artillería, desde el mar.
II. Ofensiva sobre los flancos franceses. Por el este, 5.250 soldados profesionales de la casa de Fredonia cargarían contra el vil francés; por el oeste, 4.500 soldados bajo la enseña de los Tudolor harían lo mismo.
III. Refuerzos campesinos. Aprovechando la superioridad numérica, los 10.000 campesinos se dispondrían en el sur, reforzando las dos ofensivas por los flancos y asegurando que no hubiera vía de retirada posible para el vil francés.
Con este ataque, el Rey esperaba neutralizar rápidamente las tropas francesas y reducir considerablemente su número, forzando al traidor Eduardo a aceptar su derrota y rendirse. No había intención alguna de humillar a nadie, como se había sugerido. El Rey no aceptaba al enemigo francés como un interlocutor legítimo: era el enemigo invadiendo el Reino y contra este no cabían parlamentos ni cesiones.
El Rey, a lomos de su caballo, gritó VIVA POLESIA MANQUE MURAMOS POR ELLA y dio órdenes de empezar el ataque.
[b]MODERADOR: LAS TROPAS REALISTAS DE DON ALESTER DE FREDONIA NEUTRALIZAR AL VIL FRANCÉS EN CIUDAD DEL MAR[/b]
Pese a las amenazas del otrora Conde Eduardo @Eltomash ("mandó a los artilleros dirigir los cañones hacia el ejército realista y reabastecerse de todo cuanto necesitasen para lanzar un ataque relámpago"), sus hombres no se esperaban el ataque relámpago que el Rey tenía preparado. La ejecución de su estrategia fue lo suficientemente exitosa para neutralizar al enemigo y obligarle a rendirse.
En primer lugar, los soldados del Duque en Ciudad del Mar atacaron a las tropas francesas con una incesante lluvia de flechas, que causó alrededor de 2.500 bajas entre los franceses. No obstante, bajo ataque, los franceses comandados por Eduardo lograron dirigir los cañones hacía las murallas, acertando múltiples disparos y logrando importantes daños en la estructura de la villa. Varias torres se derrumbaron, causando igualmente alrededor de 2.200 bajas. Dos goletas de Isla, bajo las órdenes de Bradduk @kendel de Isla fueron hundidas por sendos certeros cañonazos, causando la muerte a 170 hombres.
En ese momento, para desesperación francesa, las tropas del Duque -por el oeste- y las tropas de Fredonia, lideradas por el Rey a caballo -por el este- infligieron exitosos ataques por los flancos, causando importantes bajas a las tropas francesas (3.000 hombres) y sufriendo muy pocas pérdidas de tropas (máximo 500 hombres a caballo). El Rey lideró ejemplarmente la batalla, lo que aseguró una altísima moral para sus tropas, que lucharon valientemente contra el vil francés, desconcertado ante los incesantes ataques provenientes de todos los puntos cardinales.
Finalmente, los pocos hombres franceses sobrevivientes, entre ellos el otrora Conde, vieron como sus opciones de retirada se desvanecían cuando 10.000 hombres, vestidos con harapos y portando hoces y otras herramientas del campo, se interponían entre ellos y el único camino hacía Riodulce.
Ahora, las tropas francesas, compuestas por 1.500 hombres, desmoralizados y algunos de ellos malheridos, respondían a la voluntad de Don Eduardo @Eltomash: rendirse o morir, suya era la decisión.
[em]Log de la simulación:[/em]
[quote]11:51 Theomore simulación de la batalla de Ciudad del Mar
11:51 Theomore Theomore v. Eltomash
11:53 Presidente del Parlamento Theomore: Situación I. Ofensiva realista desde las murallas de Ciudad del Mar.
11:53 [$] Theomore tira el dado de porcentaje: 42%
11:55 Presidente del Parlamento Theomore: Los arqueros de Ciudad del Mar atacan al enemigo, causando unas bajas alrededor del 35% (2.500 hombres). No obstante, las tropas francesas dirigen ataques con artillería a torres y murallas, causando igual número de bajas.
11:55 Presidente del Parlamento Theomore: También hunden un par de goletas de Isla, que estaban en posiciones vulnerables.
11:55 Presidente del Parlamento Theomore: Situación II. Ofensiva realista sobre los flancos franceses.
11:56 [$] Theomore tira el dado de porcentaje: 69%
11:58 Presidente del Parlamento Theomore: Considerando la superioridad numérica de las tropas realistas (9.750 hombres) sobre las tropas francesas (4.500), se añade 10% extra
12:01 Presidente del Parlamento Theomore: Resultado: prácticamente no hay pérdidas, la estrategia del Rey es sumamente exitosa y el enemigo sufre importantes pérdidas.
12:01 Presidente del Parlamento Theomore: Llegados a este punto, el enemigo intenta retirarse.
12:01 Presidente del Parlamento Theomore: Situación III. Refuerzos campesinos para evitar retirada francesa
12:02 Presidente del Parlamento Theomore: Teniendo en cuenta la superioridad numérica de los campesinos, más del 50% de tropas francesas, la retirada es abortada con éxito.[/quote]
#[b]MODERADOR: LAS TROPAS FRANCESAS SOBREVIVEN AL DESASTROSO ATAQUE DE LOS ISLEÑOS[/b] @kendel @Eltomash
Las tropas francesas, compuestas por 3.000 hombres, que se retiraban a Riodulce para asegurar la plaza y su defensa, se encontraron por sorpresa con 15 goletas, tripuladas por 1050 hombres, impidiéndoles el paso. Las goletas se dispusieron a atacar con artillería a los soldados franceses, que buscaban posiciones defensivas, cuando, para sorpresa de los extranjeros, los marinos de Isla -muchos de ellos ebrios de ron y otras bebidas alcohólicas- bombardearon a sus propios barcos, por error, causando la pérdida de 12 goletas y 840 hombres. El resto de hombres sufrieron la ira de los franceses, que aprovecharon la confusión de los isleños para atacarles con mucho éxito. El capitán de la ofensiva, Johnny "el piernas" consigue escapar de milagro y evita un más que segura muerte.
Las tropas francesas, con sólo 100 bajas, prosiguen su camino hacía Riodulce, sin saber aún del desastre militar en Ciudad del Mar.
[em]Log de la simulación[/em]
[quote]22:04 Theomore simulación de la batalla de Rio
22:04 Theomore kendel v. Eltomash
22:09 Presidente del Parlamento Theomore: 3000 tropas francesas comandas por Eltomash v. 15 goletas de Isla (2.400 hombres más artilleria)
22:09 Presidente del Parlamento Theomore: Situación I. Las tropas de Eltomash son interceptadas por las goletas de Isla, que las atacan
22:10 [$] Theomore tira el dado de porcentaje: 66%
22:10 Presidente del Parlamento Theomore: Corrección: las goletas llevan 70 tripulantes, por lo tanto, las tropas de Isla equivalen a 1050 hombres.
22:11 Presidente del Parlamento Theomore: Se repite la simulación.
22:11 Presidente del Parlamento Theomore: Situación I. Las tropas de Eltomash son interceptadas por las goletas de Isla, que las atacan
22:14 [$] Theomore tira el dado de porcentaje: 10%
22:14 Presidente del Parlamento Theomore: Resultado: desastre militar. Los piratas de Isla, algunos de ellos borrachos, disparan artilleria a otros barcos de su flota, que se hunden. Las tropas francesas aprovechan la oportunidad para atacar
22:15 Presidente del Parlamento Theomore: El capitán de la flota, Bradduk de Isla, hijo de kendel, huye para escapar una muerte segura
22:16 Presidente del Parlamento Theomore: Edit: El capitán es Jhonny el piernas[/quote]
#El ex Conde Eduardo mandó traer una carreta tirada por un burro y subió a Leandro en el. Confío en Síxtino el Sarraceno su custodia hasta el asentamiento realista, por designio del Rey. Cuando marchaban el ex Conde tuvo unas sucintas palabras con Síxtino irreproducibles en una plataforma como VirtualPol (TOS).
Pronto comenzó a pensar una alternativa a la muerte por envenenamiento contra el Rey, por si este no le dejaba cogerle y besarle la mano de rodillas.
Pensó en que una buena forma de acabar con el Rey, sería a través de sus propia codicia y ambición personal. La espada que dejó su padre para el, con el pomo hecho de oro macizo, empedrado con piedras preciosas, con un grabado trideidario en la hoja sería un buen regalo de sumisión que; a unas malas, podría hacer el efecto envenenador.
Para ello se puso sus guantes y embadurnó la hoja de veneno, solo el filo, aprovechando un pequeño grabado sobre el pomo que su padre había dejado:
“Solo aquel al que el filo no le corte podrá empuñar la espada”
Sabiendo que el Rey sería demasiado orgulloso como para no intentarlo, mientras ordenaba a sus herreros afilar el arma al máximo.
#He venido a rendirme sin condiciones y a pediros un favor y haceros un presente.
Le he traído la espada de mi padre y vuestro padrastro, el Duque Eltomash, de oro y piedras preciosas, para que aceptéis mi rendición de la mano de mi tesoro más preciado.
Y el favor: me gustaría morir con honor con cicuta como lo hiciera mi padre, para evitar un juicio kidemonita
#D. Carlos Byzantium recibió noticia del sitio y los eventos recientes tan pronto como arribó a puerto. También recibió la misiva del Rey, nombrandole almirante.
Con extrema premura, tomó una centena de caballeros leales y se movilizó hacia Marogrado con el objetivo de ponerse al servicio del Rey. Movilizó también a 2000 soldados profesionales para que les dieran encuentro en Marogrado algo después.
#— Eduardo, podéis dejar la espada en el suelo, a mis pies. Acepto vuestra rendición y es encomiendo a los fueros, que habéis jurado. Mas, témome, hermanastro —prosiguió el Rey
— que no puedo concederos ese favor, pues me es impropio. Vuestro juicio, como cualquier otro, será civil y moreréis, si sois condenado, como determinan las fueros.
En ese momento, pese a los aspavientos del traidor, los soldados le apresaron, atándole las manos por detrás de la espalda y poniéndole una mordaza en la boca. Su Majestad cogió la espada del Duque Eltomash con sus propias manos y la desenfundó para, acto seguido, dirigirse a su tienda personal.
#Mientras el Rey esperaba la llegada del joven Duque se ocupó de otros menesteres reales, como la redacción de diferentes cartas para enviar a sus nobles en el frente, para loarles por tan encomiable defensa del Reino en una guerra que parecía haber terminado.
[quote=Carta a Carlos @Byzantium de Poniente-Bribón]Mi muy apreciado Carlos:
Hermano:
He recibido noticia, con mucho orgullo, de vuestra excelente defensa de la bahía del Reino, expulsando con gran astucia al vil francés, que terminó rindiéndose. Vuestro verdadera destreza y diligencia, y vuestra probada lealtad a Nos, vuestro Rey, y al Reino, merecen mi absoluto respeto y admiración. Por ello, pues mis palabras no son huecas, vengo en comunicaros mi decisión de nombraros, con efecto inmediato, comandante general de la Real Armada Polesa.
Tengo hondo convencimiento de que apreciaréis el nombramiento.
Espero veros pronto para celebrar como es debido nuestra Victoria.
Se despide cordialmente,
EL REY[/quote]
[quote=Carta a Bradduk @kendel de Kyrie]Mi muy apreciado Bradduk:
Se me ha notificado, para honda satisfacción de mi corazón, vuestra encomiable contribución en el frente contra el vil francés. Celebro que finalmente vuestra casa haya encontrado el camino de la lealtad a la Corona, que aprecia y recompensa vuestra diligente disposición a defender el Reino.
Por ello, vengo en nombraros, con efecto inmediato, vicealmirante de la Real Armada Polesa.
Tengo hondo convencimiento de que apreciaréis el nombramiento.
Espero veros pronto para celebrar como es debido nuestra Victoria.
Se despide cordialmente,
EL REY[/quote]
[quote=Carta a @Alphavile de Hispania-Valentia]Mi muy apreciado Alphavile:
Nos celebramos que vuestra honrada y noble casa haya encontrado en Polesia un hogar. Vuestra encomiable lealtad a la Corona es apreciada y recomensada. Como caballero real de la Nobilísima Orden del Cisne de Oro y como agradecimiento a vuestra voluntad de defender con vuestra sangre extranjera aquesto Reino, vengo en nombraros, con efecto inmediato, Barón do Mar.
Tengo hondo convencimiento de que apreciaréis el nombramiento.
Espero veros pronto para celebrar como es debido nuestra Victoria.
Se despide cordialmente,
EL REY[/quote]
[quote=Carta a Federico de Fredonia]Mi muy apreciado Federico:
Tío:
Me han llegado noticias del vuestra destreza en los mares, dirigiendo nuestros barcos bajo las órdenes del leal Duque Carlos. Vos sois un orgullo para nuestra noble casa y para este Reino, al que habéis defendido con encomiable valor.
Como muestra de mi agradecimiento, que es muy hondo, vengo en nombraros, con efecto inmediato, Almirante de la Real Armada Polesa.
Tengo hondo convencimiento de que apreciaréis el nombramiento.
Espero veros pronto para celebrar como es debido nuestra Victoria.
#La llegada de la carretilla con el joven Duque fue celebrada con entusiasmo por las tropas, especialmente las que portaban estandartes del Ducado de Miramar. Entonces, una vez notificado, el Rey se dirigió a cumplir su palabra con el traidor y otrora Conde Eduardo @Eltomash, su hermanastro.
Así pues, se dispuso en el corazón del campamento una silla como trono improvisado. Los estandartes de la casa real de Fredonia, del Marquesado de Norita y del Ducado de Miramar presidían la escena. El Rey, sentado, en lo alto, estaba rodeado por soldados con lanzas y armaduras, dispuestos a morir en su defensa.
Y entonces, las tropas realistas trajeron al traidor y títere francés, al que dejaron ante el Rey. Separaban al Rey y al traidor una columna de hombres armados, que evitaban cualquier contacto directo entre hermanastros.
— Habéis sido derrotado, Eduardo. Vuestras tropas extranjeras han fracasado estrepitosamente ante la destreza y valor de los soldados poleses. ¿Habéis venido a rendiros y entregaros? —cuestionó el Rey, mientras miraba desde lo alto a su hermanastro—.
