POL
224516 Theomoro
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Su Majestad Real convoca en el Maestrazgo un nuevo Consejo Noble

[em]Su Majestad Real, Lord Alester I, se apresuró después de su elección real a dirigirse al Maestrazgo Real, del que era ahora Duque por gracia divina, y dónde se asentaba tradicionalmente la Corona. Desde el Palacio Real, que había sido decorado expresamente para recibir al nuevo Soberano, se dispuso a firmar sus primeras reales cédulas, cumpliendo así sus promesas.[/em]

[em]Sin tiempo que perder, mandó Su Majestad Real a sus sirvientes para que le trajeran papel y tinta para su pluma, pues se preparaba para enviar a los miembros del abolengo del Reyno una misiva, convocándoles en el Maestrazgo para celebrar un nuevo Consejo Noble. La misiva rezaba lo siguiente:[/em]

[quote=Carta de SM el Rey, Alester I, a los nobles del Reyno]Señor mío:

Vengo en convocarle presto en el Palacio Real del Maestrazgo, dónde Nos ha convocado un Consejo Noble al que le ruego encarecidamente atienda.

Debemos los Nobles del Reyno discutir los asuntos de Estado para evitar que vuelva a repetirse en un tiempo futuro la situación de desgobierno que acaba de sufrir estas nuestras tierras, que por la gracia divina gobernamos.

Espero su pronta llegada.

Cordialmente

EL REY[/quote]

[em]Las misivas fueron enviadas mediante palomas blancas, reconocibles en todas las tierras polesas como las mensajeras de la Corona. El Rey, cansado, se retiró a desayunar; mientras, los sirvientes reales empezaban a preparar las cámaras del Palacio para el importante evento que iba a celebrarse.[/em]

[b]FDP:[/b] El propósito de este Consejo Noble no es otro que el de adoptar un sistema de elección del Rey y otras normas que puedan sernos útiles para el desarrollo del roleo. Así pues, cuándo hayáis roleado vuestra llegada, compartiré algunas propuestas. @Eltomash @Chiribito @Byzantium @Kendel @Lector

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203938 Byzantium
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#El Conde de Bajamar se aproximaba Castillo de Arbolada, donde tenía planteado seguir trabajando en la preparación de las defensas del sur. Tan pronto como se acercaba a Arbolada, dejó al Caballero Capellán con la misión de preparar maderos de calidad para la construcción de barcos. "[em]los bosques del sur aportarán la marina que necesita este reino[/em]" pensó el Conde.

Tan pronto llegó, una comitiva con D. Kvothe de Horse a la cabeza le recibió con gran cariño. Los campesinos se habían agolpado también en las márgenes de la entrada del Castillo. Conocían que pronto se repartirían muchos trabajos en la zona y querían ser beneficiados por la gracia del nuevo Rey.

D. Kvothe, sin embargo, le sorprendió con cambios de planes. "Su majestad le convoca a usted y el resto de grandes nobles del Consejo a un Consejo Real en el maestrazgo".

[em]¿Tan pronto?[/em]

D. Kvothe asintió. "Y eso no es todo."

Kvothe le señaló entonces una espada que reposaba sobre los brazos de una sirvienta del Castillo.

[img]http://www.caesars.com.sg/8256-large_default/got-longclaw-scabbard.jpg[/img]

- [em]Esa es Garra, la espada de mi padre! ¿Donde la habéis encontrado? ¿Qué hace aquí?[/em]

El lugarteniente Ribadabia, quien compartió con vuestro padre sus últimos momentos, la trajo tan solo unos días atrás. Está dispuesto para entrar a vuestro servicio.

[em]Un gran servidor, sin duda... pero no soy el Duque de Bahía. No soy digno de esa arma.[/em]

En ese caso, debo daros yo la noticia, mi señor Duque, de que Su Majestad ha confirmado la restitución de su patrimonio.

El Duque de Bahía se levantó y empuñó el arma de su padre. Un arma de caballeros, indigna para la guerra. D. Carlos prefería la lanza y la alabarda... pero el simbolismo de la espada nunca muere. La respetaría. Nombrado Duque, Carlos pudo entonces sentir la Historia de su Casa fluyendo por sus venas. Había de servir al Reino. Esa era la voluntad de su Casa. Kidemonismo. Lord Byron. Leyes Viejas.

[em]Llama al Lugarteniente Ribadabia. ¡¡¡Marchamos al Maestrazgo!!![/em]

221993 Chiribito
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#Al día siguiente de que Adso leyera la carta al arzobispo, este ya había ordenado que todo estuviera dispuesto para partir hacia el Maestrazgo. Le gustaban los viajes sosegados y tranquilos y quería llegar con tiempo y sin prisas. Y hete aquí que entre rezos y debates teológicos en la carreta que transportaba al Arzobispo y su secretario, llegaron al Palacio real.

[estilo=color:blue]Bueno Adso, pues ya hemos llegado. Ahora nos toca los saludos protocolarios y todo eso, pero la verdad, tengo hambre y agradecería más comer. Aún así, no somos populacho y nos debemos a nuestros cargos. Aguantemos el hambre como sacrificio a la Trideidad, y ella nos proveerá el alimento en su justo momento.[/estilo]

200430 Onii_Chan
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#La Sombra se introdujo en el palacio Real.... lo conocía como la palma de su mano.... podría seguir el consejo sin que nadie lo descubriera....

224679 Eltomashillo
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#El Duque de Miramar estaba tranquilamente sentado en su butaca frente a la Plaza Áurea de la Ciudad del Mar, capital de Miramar. Mientras tomaba un aguamiel calentita, como le gustaba al Duque por la mañana, un gentilhombre entró en el balcón de forma atropellada:

Gentilhombre: [i]Su Excelencia, carta de Su Majestad Real, Alester I[/i]

Duque Eltomash: [i]Deme. Quédese por si tengo que dar órdenes[/i]

Y el Duque leyó la carta del Rey. Tan pronto como la hubo leído mandó al gentilhombre:

[i]Decid a los caballeros de la Orden que reposan en Ciudad que se preparen, decid a los gentilhombres de preparar mi cohorte, mis posesiones y mis carruajes. Quiero que el Consejo Noble vea el poderío de nuestro Ducado: sacad a los elefantes, a los caballos blancos y manden coger una de mis jirafas para regalárselas a mi hijastro, Su Majestad Real.[/i]

El gentilhombre asintió al tiempo que entraba Casia, la fiel confidente del Duque.

Casia era una mujer diez años mayor que el Duque, de la que una vez se hubo enamorado. Era su institutriz en el dominio de la filosofía y, aunque nunca había pasado nada entre los dos, era evidente que el Duque siempre había suspirado por esas caderas que sin embargo habían engendrado vástagos con un cabllero de la Orden de Horse.

Casia se acercó al Duque y le dijo:

[i]¿Qué ocurre, Excelencia? ¿Acaso el Rey ha traído buenas nuevas?[/i]

El Duque la puso al corriente.

[i]Creo que podría ser una oportunidad para nos, Excelencia. Le cuento si me permite[/i], dijo ella.

Duque Eltomash: [i]Hablad, por la Trideidad, hablad[/i]

Casia: [i]Alester I os ama. Sois su padrastro, al que tantas otras veces hubo amado su padre, @Theomore de Fredonia. Confía en vos, pero su juventud y su soberbia pueden apartarlo de vos en favor del Duque de Bahía o el Barón de Isla. Recordad, mi amado señor, que vos seguís siendo Duque pero ellos ascendieron. Es posible que Alester I haya decidido apartarse de su padre, y por tanto de vos.[/i]

Duque Eltomash: [i]Amo a mi hijastro y confío en Él. ¿Qué proponéis? No o s entiendo.[/i]

Casia: [i]¿Recordáis aquella chiquilla que encontramos en una taberna? Esa tal Romualda, de apenas 15 años, bellísima, de tez blanca, ojos verdes y pelo rubio como el oro, esa que maravilla a todos los hombres de Miramar. Esa belleza, que además es inteligente y comedida. ¿Por qué no la llevamos al Consejo Noble y se la presentamos a SU Majestad? Caerá perdidamente enamorado de ella y nos aseguraremos cercanía con nos.[/i]

Duque Eltomash: [i]Gentilhombre, ¡hagan traer a la chiquilla, parte con nos![/i]


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#El Barón de la Isla había decidido inicialmente no acudir al consejo, había salido realmente enfadado de la coronación y no le apetecía en absoluto reunirse de nuevo con tal caterva de falsarios y robaperas, pero la noticia de la detención de su padre le hizo finalmente cambiar de opinión.

Aprovecho que uno de los barcos mercantes de sus nuevos aliados de más alla de las fronteras de POL iba camino del maestrazgo para cubrir el viaje en las bodegas del mismo.

Cuando el barco atracó se dirigio sin más pompa ni celebración a la sala donde se celebraría el consejo esperando no tener que aguantar demasiado tiempo la presencia de cierto Duque.

224516 Theomoro
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#[em]Una vez estaban todos reunidos en el salón del trono del Palacio del Maestrazgo (a excepción de D. Leandro @Lector de Tudolor y Trastocada, que llegará más tarde), Su Majestad Real inició el acto, sentado desde el trono, por encima de las cabezas del abolengo polés, que esperaban con atención las palabras del nuevo Rey.[/em]

[em]Al salón real, como es tradición, sólo tuvieron acceso los nobles convocados por Su Majestad Real y sus más cercanos asistentes. Una joven muchacha, cuyo nombre D. Alester de Fredonia no recordaba, se quedó a las puertas del Palacio al no tener permiso real para acceder, para desdén del Duque de Miramar.[/em]

[em]Las puertas del salón estaban cerradas, protegidas por miembros armados de la Guardia Real. Su Majestad Real no dejaría irse a ninguno de los nobles hasta que no alcanzaran un acuerdo sobre los asuntos de Estado que venía a proponerles.[/em]

— Muy señores míos; apreciado Cigüeño Mayor: Les agradezco sobremanera su presencia. Soy plenamente consciente del corto plazo con el que fueron notificados y la reticencia de alguno de ustedes en venir al Maestrazgo. El compromiso de sus señorías es apreciado por Nos y es símbolo de los nuevos tiempos que se avencinan en este nuestro Reyno. Los asuntos de Estado que debemos tratar son de extrema urgencia y, a tal fin, he ordenando a la Guardia Real que no nos dejen salir hasta que alcancemos un acuerdo. Empecemos presto a hablar.

Recientemente, tras la muerte de Lector I, el Reyno ha sufrido de la inestabilidad y el desgobierno, por la carencia, entre muchas otras cosas, de un código interno que asegure la gobernanza de estas tierras. Nuestro Reyno demanda previsión y orden; es el momento de poner por escrito un Código que regule el funcionamiento de nuestras sagradas instituciones y que perpetúe nuestras Tradiciones.

Por ello, señores míos, debemos acordar un [b]Código de Leyes del Reyno[/b], en los que tratemos y fijemos diversas reglas de la vida cotidiana y política de nuestras tierras. Entre ellas, en mi opinión, el Código debería tratar la elección del Rey, las regulaciones de las casas nobles, los honorarios del abolengo, de la religión y el funcionamiento de nuestros tribunales y sus penas.

Pongamos en común, señores míos, nuestros puntos de vista para que la Corona pueda empezar a trabajar en la redacción del Código, que deberá ser jurado por todos nosotros.

[em]Y así, los nobles presentes empezaron a discutir y negociar, ante la mirada atenta del Rey, cuya mayor ambición era dejar para la posteridad un código de leyes que regularan de manera efectiva la vida cotidiana de los poleses y sus señoríos.[/em]

[b]FDP:[/b] @Eltomash @Chiribito @Byzantium @Kendel @Lector Mi intención es redactar una especie de Código con distintas normas, al estilo del Código de Hammurabi, para regular DDP nuestras acciones. Así como la Constitución es una norma "externa", me gustaría desarrollar una norma "interna", en lenguaje de rol, que establezca el sistema de elección del Rey, tribunales y penas, etc.

Ideas que tengo: /foro/nobleza/%5Bfdp%5D-%BFque-hacemos-con-el-rey%3F#m-13105

A parte, me gustaría meter el dinero de la plataforma en el rol. De esta forma se podría medir facilmente la riqueza de cada casa/territorio/religión. Los territorios vasallos pagarían a sus señores. Los señores pagarían a la religión que practiquen unos tributos también, etc. ¿Qué os parece?

Debatamos amistosamente (FDP mejor y más rápido) y nos ponemos a ello.

224516 Theomoro
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#PD: He creado en la sección Documentos un apartado para el rol "Archivo del Reyno", allí publicaremos leyes y decretos en clave DDP si os parece. :D

221993 Chiribito
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#FDP: Debatir en génerico al final es hablar por hablar. Igual era bueno tener un documento base e ir discutiendo sobre él y hacer las modificaciones que sean.

224516 Theomoro
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#FDP: Sí, pero me parece que sería mejor limitar unos temas antes, para no escribir por escribir.

221993 Chiribito
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#FDP: Ok. Establezcamos unas líneas para que en su momento alguien trace el documento de acuerdo con ellas.

Yo pienso que debiera tener dos apartados.

- A) Normas DDP
- B) Normas FDP

En normas FDP yo pondría que ningún jugador pueda matar a otro sin el consentimiento de este. Esto viene en relación a la muerte de Sir. Vale que no estaba haciendo "gran cosa", pero decidir si un personaje vive o muere debe ser cosa del propio jugador, per sé o por acuerdo con otros jugadores, tal como ocurrió con el viejo duque de Bahía y el Barón de Isla porque si va a depender de otros, el cigüeño mayor también podría rezar a la Trideidad para que cayerán rayos sobre todos y se murieran. No es lógico.

(Y eso de momento) :D

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