Los líderes revolucionarios de Syldavia han salido a la calle y comenzado a repartir alimentos y armas entre los obreros que, organizados y exaltados tras los recientes sucesos violentos del Palacio y la misma abdicación del Príncipe, están dispuestos a seguir a sus líderes una vez más pese a los fracasos recientes.
Sin embargo, una gran masa urbana de gentes desorganizadas, obreros no socialistas, trabajadores y artesanos, observa temerosa del futuro de sus familias, empresas y vidas. La ciudad hierve y son tantos los que se unen a los obreros como los que reunen a sus familias para encontrar un lugar alejado de palacio donde resguardarse.
Aquellos que respaldarían al príncipe y a su soberanía seguro existen, pero sin un liderazgo claro y decisivo ni el apoyo del ejército, puede que prefieran mantenerse al margen.
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#[size=6]Moderación: [b]Asalto Revolucionario al Palacio [/b][/size]
[b]1. Situación[/b]
La batalla se plantea muy complicada para los atacantes. Es cierto que superan en número a los defensores, pero a fin de cuentas están atacando un edificio defendido por un reducido ejército profesional.
Afortunadamente, el liderazgo de los mercenarios y obreros experimentados en conflictos anteriores permite que los obreros actúen en varias operaciones bien coordinadas pese a lo variado de la fuerza. Toda clase de trabajadores manuales sustituyen sus herramientas de trabajo por otras mucho menos productivas. El reciente ataque sin piedad a los obreros ha motivado fuertemente a los obreros y no hay en absoluto segundas opiniones entre sus filas. Hoy los obreros no huirán y lucharán hasta el último hombre, no por disciplina, sino por convicción.
El ejército se ha parapetado y defendido de forma adecuada en el interior, atrancando puertas y vigilando desde las ventanas. Las iniciativas de los atacantes solo pasarán desapercibidas durante un instante. Están bien lideradas por un veterano comandante y gozan de la disciplina de un cuerpo militar experto y engrasado. Sus armas son de la más alta calidad que Syldavia se puede permitir. No es la primera vez que disparan a otros syldavos, pero esta vez lo hacen para proteger sus vidas, mientras son asaltados en todas direcciones. Todo irá bien mientras se mantenga el orden y no cunda el pánico.
Ante la ardua tarea de tomar un edificio cerrado y protegido, solo será posible la victoria obrera destruyendo las posibilidades defensivas del Palacio.
[b]2. Calculo de dados[/b]
defensores: 250x4: 1000/2300
Jairo, 100 soldados veteranos (jugador militar)
Chiribito, 100 soldados no veteranos (jugador militar)
Guardia real: 50 soldados (guardia real y parlamentarios)
atacantes: 1300/2300
1200 obreros sublevados y enarcedidos, bastantes de los cuales tienen experiencia
25x4 mercenarios veteranos, pero extranjeros
La experiencia es muy diversa y no computará como ventaja para ningun bando.
El dado a superar por los atacantes será 43/100 (1000/2300)
(1-43 victoria defensores, 44-100 victoria atacantes, 56% posibilidades de exito atacante en cada tirada)
[b]3. Eventos y tiradas[/b]
[b]Situación A: tratar de acabar con las defensas de palacio[/b]
[color=#4cea5e][b]Dado n1: 43/100 20:35 [$] Byzantium tira el dado de 100 números: 89 Éxito[/b][/color]
La compañía Engels trata de entrar de forma sigilosa antes de que comience la batalla, concentrando un elevado numero de obreros en una unica puerta, que sin embargo está bien protegida y cerrada. Si supera la tirada, el palacio perderá 0.5 de su potencial defensivo.
[b][color=#e82a1f]Dado n2: 43/100 20:35 [$] Byzantium tira el dado de 100 números: 35 Fracaso[/color][/b]
La tercera compañía tira improvisados dispositivos incendiarios por toda rendija disponible y por todo parapeto posible. Con éxito, los soldados se deben detener a acabar con los fuegos y pierden mucha capacidad de defender. Con éxito crítico (100) el fuego es incontrolable y tiene efecto doble. Si se supera la tirada, el palacio pierde 0.5 de su potencial defensivo.
[b]Situación B: asalto del palacio[/b]
[b][color=#e82a1f]Dado n3: 60/100 20:35 [$] Byzantium tira el dado de 100 números: 53[/color][color=#e82a1f] Fracaso[/color][/b]
Las defensas del palacio suponen un multiplicador x2 al dado de los defensores. (3)
Una última tirada dicta la victoria final, multiplicandose el numero de soldados restantes por las defensas restantes, calculado frente al numero de defensores restantes.
Recuento final:
Multiplicador defensivo de 1.5 (1 derrota, 1 victoria)
1.5*1000=1500 fuerza soldados
1300 fuerza obreros
El dado a superar por los atacantes es 60 (1500/2500).
4. Batalla
La compañía Engels utiliza un señuelo, haciendo incendiar unos barriles en el noroeste del palacio, fuerzan su entrada por la entrada más al sur. El éxito de la maniobra es sorprendente y los veteranos mercenarios consiguen acceso a la puerta. El acceso a la puerta, sin embargo, no acaba la lucha. Los veteranos soldados pronto dan la voz de alarma y los batallones se reorganizan para proteger los accesos más importantes. La lucha se hace aún más encarnizada y se pierden muchos soldados, que en vez de disparar desde las rendijas de las ventanas hacia el exterior, se ven obligados a defender pasillos y corredores.
Los dispositivos incendiarios fueron una gran idea, pero la tercera compañía actúa una vez ha comenzado la acción señuelo, lo cual ha puesto a los defensores en alerta. Los soldados son impasibles y disparan con precisión a los asaltantes. Fuegos ocasionales malgastan el tiempo de los soldados, que no pueden acudir a defender la puerta sur. Pero la distracción es menor y los soldados terminan con la ofensiva con gran éxito, tras lo que pueden dedicar esfuerzos a proteger el recinto.
La batalla es durísima y tiene lugar entre los pasillos y estancias del palacio. Las barricadas improvisadas de los soldados les permiten infligir un extraordinario numero de bajas, pero la enorme cantidad de obreros enemigos es muy significativa. Los obreros ganan terreno progresivamente a costa de un enorme número de camaradas muertos, que además toman armas de mejor calidad de los soldados que van abatiendo.
La superioridad numérica pierde valor en los cuellos de botella de las posiciones finales del bando defensor, en las que se encuentra el mando militar. El minero y Mendíguez se encuentran entre los suyos, han llegado hasta el final liderando a sus camaradas. Sus manos, cubiertas de sangre literal y figuradamente y sus ánimos enardecidos por innumerables batallas contra el Estado opresor. Alcanzan ya a oir las voces del General, fuertes y decididas pese a los achaques de salud más recientes. La sorprendente entrada de los obreros en Palacio ha puesto bajo aviso al Príncipe, que sin embargo no se ha refugiado aún en el Bunker.
[b]Notas: [/b]
[1] Corresponde ahora, en los momentos finales de la derrota de los atacantes, a los jugadores decidir qué ocurre con sus personajes. Hay hueco para muertes en ambos bandos, pero el resultado de la batalla debe ser una victoria ajustada de los defensores.
[2] El bunker no se ha utilizado, de haber sido una victoria de los atacantes, el bunker hubiera sido un refugio para los personajes si decidían sobrevivir - pero el palacio hubiera sido conquistado y con él, consecuencias políticas importantes.
[3] El multiplicador de x2 (o 1.5) que ha decidido la batalla es resultado del hecho evidente que atacar un edificio defendido por el ejército es una locura y aun así, la causa obrera ha conseguido un resultado extraordinario que también puede tener sus propias consecuencias en el rol.
#Las fuerzas de apoyo de la tercera compañía decidieron cortar el paso a palacio de las calles aledañas, para así poder defender mejor un solo acceso principal y uno de emergencia. El acceso de emergencia pasaba por las cloacas.
Trajeron todo tipo de explosivos para derruir viejos muros en las calles, con el fin de escombrar el suelo impidiendo todo tipo de circulación.
En la calle principal se usaron los bloques de hormigón obtenidos al romper viejas paredes y suelos para hacer obstáculos que dificultasen el paso.
Los obreros estaban dispuestos a todo y, esta vez, bien liderados
#El minero escuchaba atentamente al príncipe Antuán I y no podía creer cómo el politiqueo y las dobles morales eran tan evidentes. Se subió sobre uno de los carromatos y habló a la multitud:
[quote]Sabed que en el parlamento el príncipe ha dicho al general que los soldados estaban autorizados a defenderse de vosotros. Ha dado orden de defender el palacio. Y ahora os grita que os vayáis a casa, que el parlamento mejorará vuestra vida...[/quote]
Y se puso todo rojo y gritó:
[quote]¿¡CUÃNTAS MENTIRAS NOS VAN A CONTAR!? ¿¡CUÃNTAS VECES CREEN QUE PUEDEN ENGAÑARNOS COMO IDIOTAS!?[/quote]
Y, entonces, sentenció:
[quote]¿Cuántas veces nos reunimos con el príncipe y pedimos un Referéndum para decidir nuestro modelo de país? ¿Cuántas veces hemos declinado la violencia por la vía democrática?
¿De verdad quiere el príncipe el fin de la violencia? Solo a costa de permanecer en el poder. Solo a costa de más de lo mismo:
HAMBRE, FRÃO, POBREZA.
Yo os propongo algo arriesgado, amigos y amigas. Os propongo que tomemos las riendas de nuestro destino. Que luchemos e impongamos la justicia a todos estos haraganes a la fuerza. Que seamos una república democrática y social, donde haya igualdad jurídica y que nadie pase hambre.
Que el parlamento refleje LA MAYORÃA y no la minoría noble y burguesa. Amigos, amigas, luchemos. Hoy es el principio de un nuevo capítulo de nuestra historia. Nuestros hijos y nietos celebrarán este día. TOMEMOS LAS RIENDAS DE NUESTRO FUTURO.[/quote]
#El minero y Mendiguez se pusieron una vez más al frente de sus camaradas, sabían que está vez era la definitiva el nuevo príncipe no había asentado aún su influencia entre el ejército, y el general Jairo seguía convaleciente en el hospital con lo que el ejército carecía de líderes que pudieran hacer frente a sus hombres.
Si lograban tomar el parlamento cogerían en el a todas las figuras de poder del país y tendrían el gobierno a su alcance.
Esta vez no habría dudas, si fracasaban perderían la vida, pero no fracasarán.
#Antuán y Nicasio acudieron a palacio nada más salir del congreso. Temiendo lo peor reforzaron la seguridad de este con tropas del ejército además de la guarda real.
Antuán les dijo:
[b][color=#c10300][size=4]No ataquéis. No quiero masacres. Sin embargo, tenéis derecho a vuestra propia defensa y a la defensa de vuestro honor, cumpliendo la orden de defender el palacio. Oscura es la noche en que los locos exaltados arengan al pueblo para levantarse contra el país y sus instituciones.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Avisadme cuando lleguen pues quiero hablarlos antes de que se desate la barbarie.[/size][/color][/b]
#La paca, tras sondear a sus clientes y conocidos pudo constatar que la gente estaba harta de peleas y sangre, aunque algún partidario de la lucha encontró, pero no eran muchos.
#Algunos soldados para animarse empezaron a cantar un rumor q muchos sospechaban ...
[b][size=4]Minero / Clasemo / Vuelve a tu país[/size][/b]
[b][size=4]Minero / Clasemo / Vuelve a tu país[/size][/b]
[b][size=4]Minero / Clasemo / Vuelve a tu país[/size][/b]
y lo alternaba con otro cántico que decía
[b][size=4]Minero / Emigrante / Cuervo sin talante[/size][/b]
[b][size=4]Minero / Emigrante / Cuervo sin talante[/size][/b]
[b][size=4]Minero / Emigrante / Cuervo sin talante[/size][/b]
Los animaba a ellos, y de paso difundían el rumor entre los obreros que lo seguían.
#El General se encontraba detrás del príncipe cuando este pronuncio las palabras a los insurrectos y no pudo mas que admirar al nuevo portador de la corona, hace mucho no se había tenido a alguien que fuera merecedor de llevar esa corona y demostrara esos dotes de líder... una vez el príncipe entro nuevamente, con el saludo militar correspondiente procede a decirle:
[b]- Alteza, permítame dirigir la defensa del palacio en caso de ser necesario, puede estar seguro de que no se dispara ningún tiro a menos de que seamos atacados conforme a sus ordenes señor... será un alto honor para mi defender este palacio y su persona Alteza.[/b]
#Antuán consternado por tanto derramamiento innecesario de sangre proclamó un día de luto por Syldavia pues, con una guerra entre hermanos, quien había perdido era el país.
En este día de dolor, los cuerpos de obreros y soldados eran retirados y entregados a sus familias.
El servicio de palacio se encargaba de limpiar tanta sangre, mientras diversas cuadrillas hacían lo propio despejando las barricadas de las calles para tratar de volver a la normalidad dentro de lo que era posible.
#La Paca, conocedora de que parte del pueblo había sido arengado y armado rudimentariamente para ir a estrellarse contra el ejército como en veces anteriores y generar más dolor, sufrimiento y muerte, trató de influir desde su taberna para evitar ese derramamiento de sangre y a todos los q estaban allí los iba hablando de las desventajas de repetir los errores del pasado.
Ya había muchas viudas y huérfanos, y esto iba a agravar las cosas.
El país llevaba tiempo paralizado por tanta huelga y quema de industrias
La guerra civil era un empobrecimiento para el país, y por muy nobles q fueran los objetivos, el método era del todo nefasto.
[url=https://pol.virtualpol.com/votacion/7044]Tanteo de la paca a su clientela[/url]
#De pronto al frente del palacio de ve llegar a una gran cantidad de tropas, lo cual pone en alerta a los soldados del palacio y mas cuando ven que al frente de esta tropa va el general Jairo acompañado del Estado Mayor haciendo la situación aun mas tensa y temiéndose lo peor... Entonces el general aun encima de su caballo habla en voz alta a los soldados del palacio:
-Compañeros, no estamos aquí para romper el actual estado de cosas, sigo siendo uno de los suyos, seguimos del mismo bando así que no temáis… se que algunos conocen los antiguos planes y por eso de vuestra alarma pero tranquilos, sigo siendo el mismo que defiende vuestros intereses y hoy no estamos aquí para ir contra el príncipe sino para respaldarle, permítanme la entrada a mi y a los oficiales para poder hablar con Su Alteza
#Durante el desarrollo del pleno, Miguel Antonio del Castillo había cruzado varios mensajes con Mendíguez y el minero, por medio de un conocido suyo de los bajos fondos, con el fin de rebajar la tensión que se vivía en la calle. El resultado infructuoso de los mismos le llevó, nada más terminar la sesión del Parlamento, a la [url=https://pol.virtualpol.com/foro/syldavia/oficina-de-miguel-antonio-del-castillo#m-24081]publicación de una nota de prensa[/url] desde su oficina en el mismo edificio.
Una vez redactada y entregada a la prensa, Antonio rehusó acompañar al resto de diputados al Palacio, pues conocía de la recuperación del General Jairo y no deseaba ser visto con el que en su opinión era un político bastante inepto que había sido incapaz de detener la ruina de Syldavia y que sólo sabía sacar a sus soldados a la calle para intentar, con bastante poco resultado, imponer algo de orden.
Por ello permaneció en el Palacio del Parlamento, contando con un informador de confianza que iba y venía de la taberna de la Paca para avanzarle todos los eventos que se produjeran. A él le indicó que moviera el siguiente mensaje en la clientela de tan refinado establecimiento:
[size=4][b][color=#c10300]Sepan que aquellos que se mantengan con Syldavia, el orden y la ley disfrutarán de grandes recompensas por evitar el alzamiento sedicioso de los sindicalistas, como les ha sido prometido por Antonio del Castillo. ¡Gloria a Syldavia![/color][/b][/size]
#El minero vio, una vez más en Syldavia, como el politiqueo y las palabras endulzadas querían mantener el statu quo. Parece que los ricos y poderosos syldavos habían cambiado de estrategia: de pegar petadarzos y balazos a los pobres desgraciados a intentar encandilarlos.
Tuvo que tomar una decisión drástica. Sabía que estaba en juego demasiado: su vida. El minero sabía que en esta batalla se lo jugaba todo: no tenía plan B. O luchaba hasta la muerte y ganaba o moría y acababa en una zanja.
Uno de los combatientes que había traído Mendinguez era un famoso mercenario de Noïd, que había servido al General Kürst (famoso por sus incursiones en Clasema). Le pidió, dándole una bolsa de 5 :moneda: , que hiciera llegar al General la información de lo que aquí iba a suceder y de cómo si morían Mendinguez y él quedaría la ciudad a favor de los clasemos (la sangre de esta nación corría por las venas de Antuan I).
Volvió a arengar a las masas:
[quote]Aquí hemos venido a luchar. Yo iré en la vanguardia con vosotros, me armaré de un fusil y un mosquete y correré hacia el palacio para tomarlo. Veréis y oleréis mi sudor y mi sangre. Quiero que miréis fijamente el momento en el que por fin un obrero, un minero del carbón, entra en palacio por primera vez.
Y en ese momento sabréis que ninguno volveréis a pasar hambre. Que ninguno de vuestros hijos trabajara con 10 años en una fábrica de Nicasio o Miguel Antonio. Que ningún señorito violara a vuestra hija sin consecuencias.
Veréis cómo el hijo de un obrero se convierte en dirigente. O médico. O ingeniero. O poeta.
Os pido vuestras fuerzas una última vez. TOMEMOS EL PODER. SOCIALISMO O MUERTE![/quote]
#[quote=Chiribito] Los Soldados permitieron la entrada del General a Palacio y lo llevaron aten el príncipe.
Antuán al verlo exclamó:
[b][color=#c10300][size=4]¡Mi estimado general! Veo que por fin habéis despertado de vuestra convalecencia. ¿Qué tal os encontráis?[/size][/color][/b] [/quote]
Una vez estando frente al príncipe, tanto el general como los oficiales del Estado mayor se ponen en posición de firme y le saludan con el saludo militar correspondiente... entonces el General procede a hablar:
-Alteza, pues gracias a Dios he vuelto de la casi muerte y con mas fuerzas para pelear y servir a mi nación, como usted sabe pues todo lo acontecido ha sido por causa de los comunistas e incluso lo que me sucedió a mi por eso no planeo tener mas intento de dialogo con esa gente porque con ellos no vale eso, ellos no entienden razones y ya creo que es bastante obvio. igualmente como usted puede ver Alteza, el Estado Mayor aquí presente como mi persona hemos venido para respaldar su investidura y autoridad como legitimo príncipe de Syldavia ya que al ya no estar el anterior pues ya no hay motivos para que las fuerzas armadas estén en conflicto con la corona y menos sabiendo que es un militar capaz quien esta al mando del país... estamos a su disposición para lo que usted ordene y para defender la institucionalidad de este país que esos comunistas revoltosos pretenden destruir, sembrando muertes inocentes y destruyendo la capacidad productiva del país... estamos a su completa disposición alteza
#La mañana siguiente al fallido pleno del parlamento, Don José del Candado acudió a Palacio como tantos otros a ponerse al servicio del Príncipe. Había sopesado la idea de retirarse de la política tras la reciente toma del palacio y la violenta respuesta militar. Sin embargo, la abdicación del funesto príncipe le había recobrado unas vanas esperanzas en la mejora de Syldavia, aunque lo poco que conocía del nuevo príncipe y su relación con el ejército le daba mala espina.
Por el camino conoció en primera persona el caos en la ciudad y recibió la buena noticia de un colega de la nota de prensa llamando a la resolución pacífica del conflicto movilizada por uno de los candidatos a Primer Ministro. Todo su ánimo se derrumbó al ver que el homicida General había regresado a Palacio rodeado de su igualmente homicida camarilla.
Decidió por esas quedarse al margen y no presentarse ante el Príncipe tras saludar a algunos colegas. Pasaría el día en alguno de los cafés cercanos, conociendo los rumores al respecto y recopilando las opiniones de otros parlamentarios.
En el tiempo reciente, las lealtades de Don José se habían alejado cada vez más del trono y, demasiado a menudo, acercandose más a la botella. Mantenía cierta salud y decoro, pero la vergüenza de haber apoyado al príncipe y al mismo general en el Parlamento no le permitían dormir tranquilo. Toda esperanza en un nuevo príncipe y un nuevo candidato al gobierno había de luchar con las pésimas experiencias recientes. Jamás apoyaría la causa socialista, pero había de reconocer que los últimos pésimos gobernantes habían sido el mejor argumento en favor del republicanismo.
[b][color=#c10300][size=4]General, no debemos confundir unos dirigentes concretos con el pueblo. No podemos gobernar sin el pueblo, sino para el pueblo. Hay gente que los arrastran a luchas fraticidas, causando mucho dolor y sufrimiento. Nuestros hombres deben defender el palacio, y defenderse ellos mismos si llega el caso, pero no vamos a atacar al pueblo.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]El general Komután creía en una Syldavia fuerte, parlamentaria, representativa, con el diálogo como instrumento, donde se procurase el bienestar de todos, trayendo progreso y paz. Yo creo en esa Syldavia, y por ella lucharé, pero antes hemos de pasar esta oscura noche en que unos exaltados quieren acabar con toda esperanza.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Tan pronto como lleguen frente a palacio saldré al balcón a hablar al pueblo.[/size][/color][/b]
#El general aun en posición respetuosa, responde al príncipe:
[b]- Alteza, cuando hablo de comunistas no me refiero al pueblo donde también tengo apoyo, sino a esos mismos dirigentes y sus compinches de los cuales usted habla, los cuales han engañado y arrastrado al pueblo honesto y trabajador a pelear contra las fuerzas armadas trayendo ya en dos ocasiones muertos y heridos inocentes de los cuales algunos eran amigos y conocidos, incluso he pagado en carne propia las artimañas de estos dirigentes junto con soldados valientes y funcionarios que algunos fallecieron en el hospital... los ideales del general Komután son los mismos en los que creo, que si no hubiera sido por la interferencia de esos dos dirigentes comunistas ya hubiéramos cumplido con esos ideales y sin que se hubiera derramado sangre inocente, como dije Alteza estamos a sus ordenes, lo que usted ordene eso haremos, no se disparara un solo tiro ni se hará nada en contra de nadie conforme a sus ordenes, de eso vuestra alteza puede estar seguro.[/b]
#Informaron a Antuán que los obreros sublevados habían llegado frente a palacio con Mendíguez y el minero a la cabeza.
[b][color=#c10300][size=4]Es la hora [/size][/color][/b][color=#000000][size=2]dijo Antuán[/size][/color]
Se abrieron las puertas del balcón de palacio y el príncipe salió a hablar a su pueblo.
Con un gesto de la mano les pedía silencio para que lo pudieran oír. Y cuando el silencio se hizo dijo:
[b][color=#c10300][size=4]Pueblo de Syldavia, ¿Para qué lucháis? Vuestros cabecillas os venden muchas utopías pero no habéis conseguido más que dolor, sufrimiento y muerte.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Soy consciente de cuánto dolor sufre mi país, de cuanta reconciliación necesita, de cuántas cosas deben mejorarse para hacer de esta, nuestra amada tierra, un hogar donde vivamos en paz y progreso.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Es por ello que he querido renovar el parlamento, incluso ofreciendo amnistía a vuestros líderes y un puesto en el mismo, para que desde el diálogo y la concordia podamos construir entre todos una Syldavia mejor. Sin embargo, aquí veis la respuesta. Rehúsan dialogar y prefieren derramar vuestra sangre. Os lanzan una y otra vez contra el ejército sin importarles el alto precio que pagáis. República dicen. ¿Y para qué?, ¿para quitar al príncipe y ponerse ellos de presidente y vicepresidente de esa república?, ¿Para que ellos puedan vivir bien mientras vosotros lloráis vuestros muertos?[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Syldavos, entrad en razón. La guerra civil no nos va a traer ningún progreso ni bienestar. Nada fundado sobre el rencor y la muerte puede traer cosas buenas. Deponed las armas, id a vuestras casas y apostar por la vía parlamentaria a través de vuestros representantes para mejorar vuestro futuro.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Pueblo de Syldavia, estos militares que veis rodeando palacio, no os van a atacar, pero tienen orden de defender palacio, y se defenderán si son atacados. No serán culpables de nada de lo que pase pues legítima es la defensa. La sangre que se derrame caiga sobre vuestros líderes.[/size][/color][/b]
[b][color=#c10300][size=4]Id en paz a vuestras casas. No sigáis enloquecidas consignas. Ahorraos todo sufrimiento y muerte innecesaria, pues lo que perseguís podéis lograrlo mediante el diálogo.[/size][/color][/b]
Dicho esto, entró de nuevo en palacio y se cerró el balcón.
#El minero organizó el ataque a palacio. Contaba con unos pocos mercenarios experimentados y con ciertos obreros que habían participado en batallas o eran veteranos del ejército.
Para ello, nombró allí suboficiales que coordinaban cada uno un batallón de 100 obreros, equipados con las armas traídas por el minero en los carromatos.
Cada batallón formaba parte de una compañía. En total había tres compañías y cada una de ellas tenía una misión.
La primera compañía, la compañía Marx tenía por misión la confrontación con los soldados apostados en las puertas. Parapetados detrás de los carromatos y los edificios, dispararían con precisión a los soldados, manteniéndolos en tensión constante y diezmando la guardia real que tendría que defender la puerta.
La segunda compañía, la compañía Engels tenía por misión la de introducirse en palacio a través de los jardines del príncipe, introduciéndose de forma discreta, aprovechando la menor presencia de guardias reales. Para ello tendrían que matar sigilosamente a los guardias y entrar en palacio, donde poder: por una parte, ir a los aposentos del príncipe y capturarle y, por otra, pillar por la retaguardia a los guardias apostados en la puerta y forzar su muerte/rendición.
La tercería compañía debería servir de apoyo a la primera y cortar los suministros de palacio. Si se iba a cercar el palacio, sería útil eliminar sus provisiones. Unos, atacarían el sistema de suministro de agua. Otros, armarían dispositivos incendiarios que tirarían por las ventanas, para que donde estuviesen apostados los guardias, fuese inhabitable. También cercarían toda comunicación con los demás estamentos del ejército, impidiendo sus comunicaciones. Por último, atacarían la alacena para dejarlos sin provisiones.
En su conjunto el objetivo era ahogar a palacio y obligar a que los guardias reales tuvieran que deponer las armas por la superioridad de los obreros. Después, capturar al príncipe y forzarle a capitular y abdicar, con ello irían cayendo todos los estamentos.
#Antuán contando con los soldados de Jairo además de los suyos, y de la guardia real, organizó la defensa de palacio poniendo hombres en todas las puertas y ventanas, tanto por fuera como por dentro de palacio, además había soldados apostados en los muros y rejas que rodeaban el palacio protegidos con parapetos situados a tal efecto, de modo que había tres barreras principales; muro exterior, fachada palacio, y defensa interior.
Además el príncipe tenía todos dispuesto para acudir al bunker a través del pasadizo secreto si las cosas se ponían feas, extremo este que no esperaba que pasase, pues contaba con buenos soldados sobradamente preparados y armados hasta los dientes, que defenderían con honor el palacio y la democracia Syldava frente a los golpistas anarquistas revolucionarios que pretendían destruir el país con ayuda de los extranjeros.
Los soldados no iniciarían la batalla, pero por su honor, que no los dejarían vencer por los golpistas amotinados.
#El minero, que había logrado traspasar ciertas líneas defensivas con ayuda de sus hombres, se vio cada vez más solo. Al final, solo eran tres obreros luchando contra una docena de guardias que los cercaban. Un guardia apuñaló a Pascual, el obrero que tenía a su derecha. Otro guardia, con ayuda de su lanza, hirió de muerte a Guillermo, el obrero a la izquierda.
Quedó solo. Con su revólver de fabricación en Noïd y una daga. Ahí, frente a los guardias. Sabía que poca escapatoria le quedaba.
Ahí, ante la atenta mirada de toda Syldavia trató de apuñalar (con éxito) al guardia que tenía al frente. Disparó al que tenía a mano derecha, hiriendo su cráneo de muerte. Los que estaban detrás comenzaron a apuñalarle sin piedad.
Mientras caía al suelo, pasó por su mente todo lo que habría podido ser Syldavia si los hubiesen dejado. Con su último hálito gritó: "no dejéis nunca de luchar por salir de la miseria".
Los forenses dictaminarían luego que el minero recibió 50 puñaladas y 2 disparos post mortem de parte de los guardias. Ahí quedaron sus restos, en el suelo.
#El hijo del minero, Enrique, había luchado junto a su padre en la Gran Guerra Obrera. Lo había visto caer a lo lejos y había visto también cómo la desaparición de Mendinguez (creído muerto en la lucha) había destrozado a los obreros. Una vez más, la suerte del Príncipe había acabado con los sueños revolucionarios de muchos.
Decidió aprovechar el día de luto del príncipe para recoger a su padre y darle una sepultura digna. Muchos de los obreros se retiraron, pero una docena de obreros leales a su padre le ayudaron a desplazar le cuerpo sin vida del minero.
Allí, sobre unos de los carros que no tenían demasiados daños se subieron y trasladaron el muerto hasta las montañas, donde siempre había querido reposar para siempre: cerca de una mina de carbón, para que al tiempo, su carne se convirtiese en carbón.
Su hijo lloró cuando vio la tierra caer sobre el cuerpo yermo de su padre. Allí, bajo el sol (que había vuelto a salir) juró ante los presentes:
[quote]Os juro a todos que daré muerte al Príncipe y al General Jairo. Juro que acabaré con los asesinos de mi padre. Si la vida no lo quiere, tendrá que matarme.[/quote]